NUEVA YORK
La niña estadounidense Emily Samantha Ruiz, de cuatro años y víctima de una deportación errónea, llegó esta semana a Nueva York, en donde se reunió con sus padres, de origen guatemalteco y en situación migratoria irregular.
“Emily ya está de regreso con nosotros. No tenemos palabras para explicar la alegría que sentimos al verla, abrazarla y besarla de nuevo”, señaló el padre de la niña, Leonel Ruiz, tras recibir el martes, junto a su esposa a la pequeña en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.
La niña, con una mochila rosa en sus manos, se abrazó a sus padres a la llegada, casi de madrugada, al aeropuerto neoyorquino.
El error que llevó a la deportación a Guatemala de esta ciudadana estadounidense se produjo el 11 de marzo pasado, cuando Emily y su abuelo viajaban hasta Nueva York, procedentes del país centroamericano y su vuelo fue desviado al aeropuerto de Dulles, en el área de Washington, por mal tiempo.
El abuelo, al parecer, tenía en su expediente infracciones migratorias de la década de 1990, pero no está claro si entró de nuevo a Estados Unidos con documentos vencidos, aunque el abogado de la familia, David Sperling, ha asegurado que tenía vigente una visa H-2B.
Según Sperling, que viajó a Guatemala para recuperar a la menor, los agentes de aduanas le dijeron al padre de la niña que tenían dos opciones: trasladar a Emily a un centro de detención de menores en Virginia o enviarla con su abuelo de vuelta Guatemala.
Esa fue la decisión final de los Ruiz, ya que las autoridades no le permitieron recoger a la niña en el aeropuerto, alegando su situación de ilegalidad, explicó el letrado.
A partir de ese momento comenzó una peripecia para la familia Ruiz, que reside en Long Island (Nueva York) y que en busca de ayuda, reveló el caso a los medios de comunicación sobre la situación de una menor que pese a ser ciudadana de Estados Unidos sufrió una deportación.
“Emily Ruiz es estadounidense, con todos sus derechos y responsabilidades. No es una ciudadana de segunda clase, y por lo tanto se merece un trato igualitario”, afirmó Sperling, tras la reunificación familiar que se produjo a primeras horas del día.
Sperling, que se ofreció a ayudar a la familia al conocerse el caso, insistió en que “cuando el Gobierno de Estados Unidos trata a un ciudadano como si no lo fuera, debería de ser condenado e investigado, además de hacer todos los cambios necesarios para que no ocurra de nuevo”.
Con este encuentro familiar se ha puesto fin al drama de la familia Ruiz, aunque sigue el de millones de padres indocumentados que viven con temor a ser deportados y ser separados así de sus hijos nacidos en territorio estadounidense.
El cambio de esa situación es reclamado continuamente al Congreso por activistas y por los propios inmigrantes como parte de una reforma migratoria global, que aún no ha acometido el Gobierno del presidente Barack Obama.
“Hoy es un día feliz, porque la familia está otra vez junta y porque una niña de cuatro años ha vuelto a los brazos de sus padres”, indicó Sperling, que también subrayó que es “también una jornada que refleja una injusticia”.
En conferencia de prensa posterior, el letrado subrayó que la resolución del caso “le ha puesto un rostro humano al polarizado debate sobre la inmigración”. Leonel Ruiz agradeció a los que han trabajado juntos “para hacer realidad nuestro sueño de poder estar con ella. Mi principal preocupación en todo momento ha sido el bienestar de Emily y mi mayor deseo es que mi familia permanezca unida”.
Comments are closed.