Santos: “Ataque en Ecuador lo autoricé yo”
» El mandatario respalda a militares en el caso del bombardeo contra un campamento de las FARC donde murió el cabecilla Raúl Reyes
Ecuador y Colombia vuelven a cruzar posiciones a partir de la decisión de un tribunal de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos de enjuiciar a militares colombianos por un bombardeo contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, decisión que Bogotá rechaza.
El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, visiblemente molesto, salió ayer en defensa de seis oficiales de su país llamados a juicio en Quito por presunto asesinato, en un ataque contra un campamento de lo terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano el 1 marzo de 2008, en dicho atentado murió el comandante terrorista y portavoz de las FARC, Raúl Reyes.
“Yo fui quien autorizó la Operación Fénix con el (entonces) presidente Alvaro Uribe Vélez (2002-2010). O sea que si hay algún responsable, soy yo y nadie más”, afirmó el presidente Santos durante una reunión con la comunidad en Barranquilla, capital del departamento del Atlántico (norte).
El mandatario admitió sentir “coraje” frente al fallo de la Corte Provincial de Justicia de Angostura, (Sucumbíos) en Ecuador, quien llamó a juicio a los oficiales colombianos pero que se abstuvo de acusar a Santos, entonces ministro de Defensa.
Para la Corte de esa provincia, las ex autoridades colombianas pueden ser acusadas del delito de “asesinato”, informó la Fiscalía en un comunicado
Los imputados por la justicia ecuatoriana son el actual director de la policía colombiana, general Óscar Naranjo, y los antiguos jefes de las fuerzas militares, Freddy Padilla; del ejército, Mario Montoya y Guillermo Barrera, de la marina; de la fuerza aérea, Jorge Ballesteros, y el coronel Camilo Alvarez.
“Todos los oficiales, todos los suboficiales, todos los soldados de tierra, mar y aire, así como los policías, que participaron en esa operación, merecen un aplauso, el apoyo y la admiración del mundo entero, porque esa acción fue un golpe certero contra el terrorismo”, dijo el presidente colombiano.
Además, Santos reiteró que Colombia “desestima” y “no reconoce” esa jurisdicción y que ahora lo que sigue es que el estado colombiano asuma la defensa de los llamados a juicio porque para ellos “sólo tenemos palabras de agradecimiento”.
La posición de Santos se unió a la del vicepresidente colombiano, Angelino Garzón, quien rechazó el llamado de la Corte Provincial ecuatoriana, y afirmó que la defensa “es un deber de estado”.
El expresidente Álvaro Uribe, quien autorizó el bombardeo en territorio ecuatoriano, no hizo esperar sus declaraciones y en Twitter aseguró que “Colombia no puede aceptar acusación ecuatoriana a nuestros generales”.
Un comunicado de la Cancillería, consignado por las agencias Ansa, señaló que el ataque de marzo del 2008 se realizó con “sujeción” al Derecho Internacional Humanitario, tras argumentar que desde allí se realizaban “acciones terroristas”.
En la Operación Fénix murieron 26 personas, entre ellas el ecuatoriano Franklin Aisalla y cuatro universitarios mexicanos.
Tras la acción militar de 2008, Ecuador rompió relaciones diplomáticas con Colombia, las cuales se restablecieron a finales de 2010, ya con Santos en la presidencia colombiana.