Obama firma el plan para elevar el techo de deuda y evitar la quiebra

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WASHINGTON

  El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó el martes un plan de último minuto para elevar el techo de deuda del país y evitar lo que podría haber sido una crisis sin precedentes, “que habría devastado al país”, en palabras del mandatario.

  El Senado de Estados Unidos aprobó el martes en la mañana el plan, con 74 votos a favor y 26 en contra, después de la votación del lunes en la Cámara baja. El proyecto permitirá incrementar el límite de la deuda, recortar gastos y evitar la suspensión de pagos.

  La propuesta, anunciada por el presidente Barack Obama y líderes de ambas cámaras el domingo, sólo necesitaba 60 votos en la cámara integrada por 100 senadores para ser aprobada.

  Obama ha formalizado el acuerdo con su firma, antes de que a la medianoche del martes se cumpliera el plazo para aumentar el actual límite de endeudamiento de 14 billones de dólares. El trato pone fin a meses de negociaciones entre republicanos y demócratas.

  En una breve conferencia en la Casa Blanca, Obama definió el acuerdo como “un primer paso importante”, antes de reconocer el trabajo de ambos partidos. 

  Aunque el plan contempla recortes, el presidente aseguró que no recortarán gastos “abruptamente” mientras la economía aún está frágil. “No podemos cerrar el déficit sin recortar gastos, pero necesitamos una solución balanceada donde todo se encuentre en la mesa de negociaciones”, agregó. Obama se comprometió a crear nuevos puestos de trabajo. 

  La Cámara de Representantes superó el lunes la oposición de demócratas y conservadores del Partido del Té para aprobar la medida por 269 votos contra 161.

 

El acuerdo que disgustó a todos

  Los líderes de ambos bandos aseguraron que cedieron para aprobar el proyecto que está lejos de ser perfecto. “Ningún bando obtuvo lo que quiso”, dijo el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.

  Los demócratas están descontentos porque el acuerdo extiende los recortes en el gasto interno, y no aumenta los impuestos a los estadounidenses más ricos. En tanto los republicanos mostraron su disgusto debido a que se aprueba aumentar el techo de la deuda hasta el 2013.

  Mientras que Obama tuvo que aceptar recortes más pronunciados a los que quería, los que tendrá que defender ante los votantes en su campaña de reelección. También tuvo que aceptar que no se aumentarán impuestos, sobre todo a los que más tienen.

  El acuerdo, que busca ahorrar 2.4 billones de dólares durante la próxima década, eleva el techo de deuda hacia el final de 2012 y establece un comité especial del Congreso para recomendar reformas fiscales a largo plazo.

  El plan comprende un incremento de la deuda nacional de cerca de un billón de dólares en los próximos meses, y otros 1,2 billones de dólares el año 2012, con lo cual Estados Unidos se librará de otro debate sobre el asunto hasta después de las elecciones presidenciales.

  En la primera etapa, se incluyen recortes de 917,000 millones de dólares en gastos, así como un aumento de 900,000 millones en el techo de la deuda. En la segunda etapa, una comisión especial conjunta del Congreso recomendará nuevas medidas de reducción del déficit total por 1.5 billones de dólares o más para finales de noviembre, con la obligación de votar sobre las propuestas a finales de año.

  El plazo para elevar el techo de la deuda fijado por el Departamento del Tesoro, se cumplía el martes a medianoche. Si no se hubiera alcanzado el acuerdo, el Gobierno habría superado su límite de endeudamiento de 14,29 billones de dólares, por lo que se habría quedado sin fondos suficientes para hacer frente a todas sus obligaciones.

EU salva su calificación

  La falta de un acuerdo habría desencadenado una suspensión de pagos o un recorte en la calificación crediticia de Estados Unidos. Sólo 17 países en todo el mundo (incluyendo actualmente a Estados Unidos) tienen la calificación más deseada AAA tanto de Standard & Poor’s como de Moody’s. Dicha calificación permite a los países tomar prestado fondos a bajo costo, pues se considera que sus gobiernos son estables y sus bonos seguros.

  Una pérdida de la calificación significaría un aumento instantáneo de las tasas de interés no solo de los bonos del gobierno, sino también de empresas privadas y en los créditos al consumo de personas que quieran comprar autos, casas o cualquier cosa. (Fuente: CNN)