VENEZUELA
Uno de los mejores atributos físicos de Leidy Jiménez era la frondosa cabellera que le caía en ondas sobre los hombros. Con los ojos llenos de lágrimas y mordiéndose los labios, la joven caraqueña vio cómo esos rizos caían al suelo hasta formar una alfombra de color negro azabache. “Todo sea por la recuperación de nuestro líder. Dios quiera que sane pronto”, murmuró Leidy, transfigurada en una muchacha calva.
Decenas de jóvenes siguieron su ejemplo y se raparon ‘al cero’ en un gesto de solidaridad hacia Hugo Chávez, que perdió el cabello tras ser sometido a dos sesiones de quimoterapia.
El pasado 30 de junio, tras un misterioso viaje a Cuba, el presidente de Venezuela anunció que fue sometido a una operación quirúrgica para extirparle un tumor del tamaño de una pelota de béisbol. Desde entonces, Chávez viaja periódicamente a la isla caribeña para continuar su tratamiento contra el cáncer.
“Estoy en pleno proceso de recuperación. Me siento mejor y casi no tengo náuseas, pero quizá deba someterme a una tercera ronda de quimioterapia. Para estar en óptimo estado debo cuidarme de las bacterias que andan por el aire y estoy muy restringido en el contacto físico”, señaló el lunes el líder, en cadena de radio y televisión. Desde que enfermó, Chávez transmite sus propios partes médicos.
Pese a las limitaciones que le han prescrito, el caudillo presidió la Oración Ecuménica de Salvación que organizaron para él los sacerdotes de varias congregaciones cristianas, principalmente las evangélicas.
El domingo pasado, centenares de personas se congregaron frente al Palacio de Miraflores, para orar por la salud del Comandante, quien los saludó desde el balcón del edificio. Según atestiguan los que estuvieron allí, la ceremonia fue muy parecida a las que oficia el Papa en el Vaticano. Cabe recordar que el ideario de Chávez incluye un componente místico, que se expresa en las invocaciones que hace de Jesucristo y de la Virgen.
Pues bien, fue en medio de la misa que decenas de jóvenes se cortaron el pelo al rape y prometieron no dejárselo crecer hasta que Chávez haya superado por completo su enfermedad. “Se pelaron el coco en solidaridad con este humilde servidor. ¡Ay quien pudiera abrazarlos! muchachos y muchachas”, expresó el presidente, conmovido hasta el tuétano.
El gesto de solidaridad capilar se extendió a la República Dominicana, donde una decena de jóvenes se afeitaron durante una manifestación de apoyo, frente a la embajada venezolana. En Ecuador y en Bolivia, dos países con gobiernos afines al de Chávez, también se reportan actos de esa índole.
Pero el nuevo culto se concentra en Caracas, sobre todo en las iglesias donde los ruegos por la salud del mandatario ya forma parte de la misa dominical. En los cerros que circundan la capital, donde se encuentran los barrios más pobres, han aparecido capillas u otros santuarios improvisados, donde se le encienden velas a la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, y a la estampa de un Hugo Chávez calvo.
Al margen de las muestras de fervor religioso, la empatía de la gente hacia el enfermo también se expresa en los sondeos. Según tres firmas encuestadoras, desde junio a esta parte la aprobación al presidente subió en cinco puntos porcentuales, rondando el 52%.
“Los venezolanos siguen pensando que el Comandante tiene capacidad para estar al frente del proceso revolucionario. Y después de que se hiciera pública su enfermedad, muchos de los que se habían distanciado volvieron al redil“, dijo Jesse Chávez, el director del Grupo de Investigación Social Siglo XXI.
Curiosamente, junto con revalorizar a Hugo Chávez, la mayoría de los venezolanos sigue considerando que el gobierno ha hecho poco por resolver los mayores problemas que afectan al país, como la criminalidad, la falta de vivienda, la corrupción y la caída de los salarios. (Fuente: Ramy Wurgaft EL MUNDO)