SALVADOREÑOS
La apertura e inclusión social prometida por el presidente Mauricio Funes desde su discurso de toma de posesión hace más de dos años, son banderas que ya no impresionan al movimiento sindical salvadoreño.
Trabajadores públicos y municipales, maestros y empleados del Órgano Judicial, todos ellos han hecho sentir sus demandas al gobierno a través de manifestaciones de calle, hasta la paralización de labores.
Las marchas se vuelven cada vez más masivas y el miedo a la ejecución de medidas de hecho paulatinamente se va perdiendo, todo con el propósito que sus exigencias sean solventadas a la brevedad por sus empleadores.
Esta vez fueron los trabajadores agremiados en el Sindicato de Empleados y Trabajadores de la Alcaldía Municipal de San Salvador (SETRAMSS), los que bloquearon el tránsito en la Alameda Juan Pablo II para exigir una reunión directa con el edil capitalino Norman Quijano.
Si bien la Alcaldía de San Salvador no se encuentra en manos del partido en el gobierno (FMLN), sus demandas siguen siendo las mismas que otras administraciones descuidaron.
Los manifestantes exigían entre otras cosas un estudio de nivelación salarial, libertad sindical, mejoramiento de prestaciones y recursos para trabajar y que los trabajadores con más de un año de contrato puedan pasar a la ley de salarios.
Marchas de maestros
Por su parte, la lucha del magisterio del país por obtener una revisión salarial de acuerdo a lo estipulado en el Artículo 33 de la Ley de la Carrera Docente y la retroactividad en el aumento de sus salarios de seis meses, ha sido conocida desde el inicio del año escolar.
Entre marchas, paros parciales y reuniones con el Ejecutivo ha transcurrido el año para los maestros, quienes han visto como se le ponen trabas y peros a sus exigencias de mejoras salariales.
Las acciones más reciente para acompañar estas solicitudes han sido abanderadas principalmente por las asociaciones Bases Magisteriales y el Sindicato de maestros de Educación con Participación de las Comunidades (Simeduco).
Mientras que Andes 21 de junio, otra importante organización del magisterio salvadoreño, no es partidaria de las acciones de hecho y más bien espera que el gobierno cumpla su palabra.
En una marcha organizada el pasado lunes, Bases Magisteriales reiteró su amenaza de cerrar las seis fronteras del país el próximo 30 de septiembre, mientras que Simeduco anunció una huelga general de sus agremiados para el 1 de octubre.
Mario López, Secretario General de Bases Magisteriales, mencionó a ContraPunto que no apoyan la huelga general impulsada por SIMEDUCO, así como esta misma gremial no acompaña el cierre de fronteras anunciado por Bases.
Este líder sindical asevera que la marcha del día lunes contó con la participación de alrededor de 8 mil maestros, contrario a lo expuesto por el ministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén, que solamente se manifestaron unos 400 maestros. López espera contar con la misma convocatoria para el cierre de fronteras programado para el 30 de septiembre.
Las Bases Magisteriales pidieron que el presidente Funes retome directamente el diálogo con las gremiales. “El presidente Funes ordenó unilateralmente a sus tres negociadores (Sánchez Cerén, Carlos Cáceres y Hato Hasbún) que ya no sostuvieran reuniones con las cinco gremiales de maestros, (…) a tres semanas de la última reunión (28 de agosto), ninguna gremial ha recibido invitación de retomar las conversaciones en Casa Presidencial”, sostuvo. (Fuente: Gerardo Arbaiza, Contrapunto)