Los republicanos bloquean el plan de empleo de Obama

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WASHINGTON


Desde que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó su nuevo plan para reactivar el empleo con incentivos fiscales y gasto en infraestructuras, se desconfió de su viabilidad. En la primera ocasión que le brindó el trámite parlamentario, el Partido Republicano demostró que las dudas estaban fundadas. El voto de sus senadores, a los que se sumaron dos demócratas, bastó en la noche del martes para bloquear la iniciativa de Obama.

La votación se ha resuelto con 50 votos contrarios y 49 favorables, cuando era necesario el respaldo de 60 senadores para que la propuesta siguiera adelante. El revés estaba más que previsto, hasta el punto de que fuentes de la Casa Blanca, citadas por The Washington Post, destacaron que solo dos demócratas se opusieran a la medida, un síntoma del temor a un rechazo más amplio en sus propias filas.

 

“No significa el fin de esta lucha”, dice Obama

“No significa el fin de esta lucha”, advirtió Obama, que ha hecho del plan de empleo una de sus bazas antes de las elecciones del próximo año. Y que está dispuesto a rentabilizar el rechazo republicano a una iniciativa que busca reactivar la economía. “El pueblo estadounidense no aceptará un no como respuesta”, aseveró el presidente, “el Congreso debe dejar las políticas partidistas a un lado y asumir su responsabilidad”.

“En los próximos días, los congresistas tendrán que posicionarse, decir si creen que los profesores, los trabajadores de la construcción, los policías y los bomberos deben volver al mercado de trabajo” añadió Obama tras visitar un centro de formación sindical en Pittsburgh.

Las palabras de Obama avanzan lo que puede ser el siguiente escenario para esta iniciativa: la Casa Blanca tiene la opción de trocear la ley y volver a presentar las medidas, una a una, ante las dos cámaras legislativas. Los republicanos aseguran que su voto en el Senado persigue este objetivo. “Todo este ejercicio es una farsa con la que los demócratas pretenden obtener ventaja de cara a unas elecciones que serán en trece meses”, afirmó el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, en alusión a los comicios presidenciales.

El plan contempla una reducción de impuestos a trabajadores y empresarios, la modernización de los colegios, la promoción de obras de infraestructura y la incorporación de los profesionales veteranos al mercado de trabajo. Obama pretende financiar los 447.000 millones de dólares que cuesta con un plan complementario de subida de impuestos para las clases altas, al que se oponen firmemente los republicanos y algunos demócratas.

 

Obama interesados en demonizar a los republicanos

Los republicanos sostienen que Obama está más interesado en demonizarlos que en trabajar juntos para lanzar otras medidas económicas, como los acuerdos de libre comercio, que pueden ser aprobadas en el Congreso.

“Si el presidente Obama estuviera dispuesto a trabajar con nosotros en más legislación partidaria como esta, nadie hablaría de un Congreso disfuncional”, dijo el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell.

“Pero, como todos sabemos, eso no encaja con la estrategia de reelección del presidente. La Casa Blanca ha dejado claro que el presidente está rezando por un estancamiento político”, señaló.

Los senadores demócratas dijeron que aún no han decidido qué partes de la legislación pro empleo someterán a votación a partir del mes próximo.

Los republicanos han respaldado algunos componentes del plan en el pasado, como un recorte del impuesto a las nóminas, pero no han dicho si esta vez lo harán.

Aunque casi con seguridad rechazarán otros componentes, tales como los 120,000 millones de dólares en nuevo gasto para reconstruir escuelas y carreteras, junto con evitar despidos de maestros y otros empleados públicos. (Con datos de El País)