EGIPTO
Más de 1,700 personas heridas y 20 muertos es el saldo de un par de días de protestas, indicó un portavoz del ministerio de Salud. La plaza de Tahrir es territorio revolucionario, en sus alrededores se libran terribles batallas campales y los hospitales improvisados rebosan de heridos. Desde Tahrir, en el centro de El Cairo, la situación parece idéntica a la que en febrero
El número de personas que resultaron heridas en dos días de enfrentamientos en Egipto llegó a 1,700, señaló el lunes un portavoz del ministerio de Salud. Además, 20 personas han muerto, 10 fallecieron el domingo en enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en El Cairo.
Los médicos, establecidos en la Plaza Tahrir de El Cairo, dijeron que las lesiones de los manifestantes incluyen heridas de bala, excesiva inhalación de gases lacrimógenos y golpes en la cabeza. “He recibido a muchas personas que sufren convulsiones”, aseguró Tarek Salama, un médico en un hospital improvisado en la Plaza Tahrir. “Muchas de las heridas de bala son de goma y tiros para aves. He visto dos casos de personas heridas con balas reales”.
La Plaza Tahrir de El Cairo sigue siendo un punto de inestabilidad. Ahí, los manifestantes se reunieron meses atrás y se enfrentaron con las fuerzas de seguridad antes de la expulsión del veterano presidente Hosni Mubarak.
“La gente siente que ha sido engañada y que han pasado de una autocracia a una dictadura militar”, dijo el manifestante Mosa’ab Elshamy. “Así que ellos están de vuelta en la plaza para pedir por sus derechos una vez más”.
Las elecciones parlamentarias de Egipto están programadas para el 28 de noviembre. Sin embargo, los manifestantes están molestos por un principio constitucional que protegería el presupuesto militar del escrutinio de los poderes civiles. Les preocupa que los militares formen un Estado dentro del Estado.
Mohamed Higazi, un portavoz de la oficina del primer ministro, dijo que el gobierno continuará el diálogo para lograr una constitución que garantice la elección de un gobierno civil.
El ejército dijo que quiere transferir el poder a un parlamento civil y al presidente, pero muchos ciudadanos no están satisfechos con el ritmo de la transición y la voluntad de los gobernantes militares.
Sin embargo, algunos en las calles expresaron poca confianza en el actual gobierno, diciendo que han ocurrido pocos progresos desde principios de este año. “Nada ha cambiado”, dijo Zahra, uno de los manifestantes. “Hemos ido hacia atrás. El consejo militar es basura. Mubarak todavía está vivo y bien, y la gente está muriendo”.
Los enfrentamientos estallaron el sábado cuando policías intentaron desalojar la Plaza Tahrir donde se llevó a cabo una multitudinaria protesta el viernes contra el plan para aprobar una constitución en la que se protege a los militares del escrutinio público.
Los manifestantes lanzaron bombas molotov, piedras e incendiaron un vehículo de la policía. También ocurrieron protestas en las ciudades de Suez y Alejandría.
Hisham Qasin, un editor y activista de derechos humanos, dijo que Egipto no puede costear ninguna revuelta que afecte a su dañada economía. La pujante industria del turismo sigue tratando de recuperarse, mientras las tasas de desempleo continúan siendo altas.
“El cinturón de pobreza es ahora una bomba de tiempo en Egipto”, según Qasim. “No creo que vayamos a sobrevivir a un segundo levantamiento en el lapso de 10 años”. (Fuente: CNN)