WASHINGTON
Obama logra que los republicanos apoyen la extensión de la reducción de impuestos
A dos días de Nochebuena, en un país donde los regalos de Navidad han disminuido este año por la crisis económica, el presidente Barack Obama lucha a brazo partido por bajar los impuestos a los estadounidenses.
Los republicanos se oponen, una postura inescrupulosa que algunos miran como incongruente en un partido que se vende en el mercado electoral como el promotor de las reducciones de impuestos.
Este jueves por la tarde, un Obama, que a duras penas logró ocultar su malestar, se presentó ante el cuerpo de corresponsales de prensa de la Casa Blanca y no tuvo piedad con sus opositores.
“Basta ya“, dijo el mandatario, mirando con dureza a la audiencia. “Hemos estado haciendo todo lo posible durante estas últimas semanas para cerciorarnos de que 160 millones de trabajadores estadounidenses no reciban como regalo de fiestas un aumento de impuestos el 1° de enero. También hemos estado haciendo todo lo posible para cerciorarnos de que millones de personas que están en la calle buscando trabajo, en un ambiente sumamente difícil, no pierdan su indemnización por desempleo a partir del 1° de enero”, agregó.
Horas después, ya sin poder aguantar la presión presidencial y dentro de su propio partido, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, terminó cediendo a regañadientes, y anunció que acepta una extensión de la reducción de los impuestos por dos meses, con la promesa de que volverán al asunto en dos meses.
“Esto es temporal“, dijo Boehner, al insistir en que los dos partidos deben nombrar una comisión senatorial para discutir el asunto en febrero.
40 dólares menos cada quincena
“Hasta ahora, el único motivo por el que no lo tengo (el acuerdo) sobre mi escritorio, y es el único motivo, es debido a que una facción de los Republicanos de la Cámara se ha negado a apoyar dicho acuerdo”, dijo el mandatario.
Obama afirmó que si el Congreso no aprueba la propuesta, los trabajadores “perderán $40 dólares en cada pago que reciban” y criticó el hábito republicano en esta legislatura de que siempre se espera hasta el último minuto para tomar decisiones. “Gente, es Navidad, hay que darle a los trabajadores una señal de tranquilidad. Esto es un estancamiento estúpido“, agregó Obama.
Algunos analistas insisten en señalar que los republicanos en el Congreso están mirando el asunto de una perspectiva equivocada. Quieren discutir sobre procedimientos, mientras que la Casa Blanca y el Senado de mayoría demócrata, hablan llanamente de no subir los impuestos a los salarios de los trabajadores y ayudar a los desempleados. (Fuente: Rui Ferreira, El Mundo)