R. Madrid no puede con Barca

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DEPORTES

R. Madrid no puede con Barca

Por: Juan Carlos Agüero, Columnista de Fox Deportes.com

 

Derrotado y sin identidad

La resaca del clásico español golpea fuerte en el camerino de un Real Madrid que se ha acostumbrado a jugarle como “equipo chico” a su archirrival, a ese club que tiene menos copas que él, menos historia pero más presente y que amenaza con derrocarle como el equipo más ganador del fútbol español.

El Real Madrid tiene todo, absolutamente todo para ser el mejor equipo del mundo pero la ansiedad de destronar al Barcelona lo está carcomiendo por dentro, el porqué lo diré breve y sincero con el sello Agüero.

Como equipo chico

La desesperación por vencer al Barcelona hacen al Madrid tirar por la borda sus más de cien años de historia, la belleza de su fútbol, la grandeza de los que han vestido su camiseta y la magnanimidad de sus títulos, absolutamente todo queda olvidado cuando los merengues saltan al campo a enfrentar al Barca como un equipo chico, abusando del juego brusco, destruyendo y olvidando los ideales de Santiago Bernabéu.

El Madrid puede con todos menos con el Barca (los números así lo dictan) y es algo que está impacientando a los que se enamoraron de la camisa blanca, la que siempre honraron Puskás, Di Stéfano, Zidane y Raúl, esa que siempre ha sido sinónimo de grandeza y fútbol de vanguardia y que hoy se asocia a una paternidad teñida de azulgrana.

El laberinto Mourinho

Dando vueltas sin encontrar la salida, ha pasado Mourinho por el laberinto de talento que despliegan Xavi , Iniesta y Messi, que mantienen un estilo innegociable y que nunca cambia; una filosofía de juego que se mantiene aún mientras miran atónitos a Cristiano Ronaldo celebrar un gol que se vestía de esperanza, de hidalguía por romper la dictadura Guardiola.

Pero ese gol se convirtió en espejismo para todos cuando vimos al Madrid tirarse de nuevo atrás esperando que aquel que siente envidiado por ser “rico, guapo y un gran jugador” resolviera todo, cuando la violencia de Pepe empezó a aparecer, cuando los Coentrao y los Diarra empezaban a colgarse de la camiseta del rival destruyendo fútbol, olvidando los ideales de la caza blanca y manchando la grandeza de aquel equipo que en otrora dominó al mundo, y que hoy pisotea a sus rivales mientras están en el suelo protegidos por un técnico cuyo ego ya no debe dejarle dormir en paz.

Manual de catenaccio

El Madrid tiene los hombres (no a sí el conjunto), para vencer al Barcelona; tiene los futbolistas necesarios para acrecentar los números de Ronaldo y acompañar a Alonso, para jugar al fútbol y dar espectáculo como lo ha demostrado en toda la Liga, pero Mourinho debe olvidarse de ganarle al Barcelona como lo hizo con el Inter porque el catenaccio es una materia que se aprende en Italia y no se imparte en España.

No se puede jugar con un libreto bajo el bolsillo, con instrucciones de golpear, empujar y jalar a cuanto azulgrana te pase cerca, no se pude renunciar a una filosofía de grandeza agobiada por la impotencia de no poder seguir acrecentando mi leyenda personal; a fin de cuentas, el fútbol total siempre tendrá una respuesta tan ilógica como la que vimos en el Bernabéu…un encuentro definido por dos defensas.

Mientras el Madrid sigue renunciando a sus ideales empujados por la desesperación de un técnico, y un presidente que se consideran más grandes que el propio equipo, los seguidores merengues deberán consolarse bajo la frase del poeta portugués José Saramago: “La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva”, quizá con el tiempo los papeles se inviertan y el Real Madrid recupere el lugar que su historia le reclama.