ISRAEL
Las cuatro víctimas del tiroteo en una escuela judía en Toulouse, en el suroeste de Francia, fueron enterradas el miércoles por la mañana; no en su comunidad, sino en Jerusalén, tras un vuelo desde París.
Aunque solo dos de las jóvenes víctimas nacieron en Israel, el Consistorio de París, que representa a las comunidades judías, dijo a CNN que todas las víctimas fueron enterradas ahí por razones de fe, no de nacionalidad. Ser enterrado en Israel, el lugar de nacimiento del Judaísmo, asegura que sus restos no serán alterados, dijo el grupo. Y añadió que el 40% de los judíos franceses practicantes son enterrados en Israel.
Los judíos franceses no son los únicos con este deseo, y las razones son profundas. “Se remonta a la Biblia, cuando Jacobo falleció”, explica el rabino Shaul Ginsberg, quien supervisa la capilla ortodoxa de funerales Shomrei Hachomos, en Brooklyn, Estados Unidos.
Antes de que Jacobo falleciera, dice Ginsberg, “una de las cosas que le dijo a José fue, ‘no me dejes en Egipto’”. Quería unirse a los que habían muerto antes que él, incluido su abuelo, Abraham, quien recibió el primer entierro judío, dice Ginsberg.
En la Biblia hebrea, el Génesis 47:28-30 dice: “Y se acercaba el tiempo en que Israel [Jacobo] debía morir; y llamó a su hijo José, y le dijo: ‘Si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego, que pongas tu mano debajo de mi muslo y me trates con misericordia y verdad; no me entierres, te lo ruego, en Egipto’”.
Jacobo sería enterrado en la Cueva de los Patriarcas, conocida por los musulmanes como el Santuario de Abraham, en lo que ahora es Hebrón, en Cisjordania, a 36 kilómetros de Jerusalén.
Otro incentivo para ser enterrado en Israel va más allá de la Biblia, y de las preocupaciones, para algunos, sobre la profanación de las tumbas. Está arraigada a la creencia de que cuando llegue el Mesías, aquellos enterrados en Jerusalén serán los primeros en ser resucitados.
Los judíos creen que una figura emergerá para restaurar la paz, salvar a los buenos y juzgar a quienes han hecho mal. Pero el concepto judío del Mesías es muy diferente a la visión del cristianismo. Los cristianos creen que el Mesías ya vino, en la forma divina de Jesucristo. Los judíos no creen que el Mesías sea divino; ya que Dios, desde su perspectiva, no puede volverse humano.
Cuando el Mesías llegue, según el judaísmo, será el pastor de lo que se conoce como “mundo venidero”. Habrá paz, no habrá mal y se reinstaurará el Templo de Jerusalén. Y, a propósito de esta historia, todos los judíos regresarán a Israel. (Fuente: Jessica Ravitz, CNN).