SALUD
Un inhibidor del apetito se adelanta en la carrera de los laboratorios contra la obesidad. Los últimos años se han retirado medicamentos por sus riesgos
La búsqueda de medicamentos contra el sobrepeso ha sido un camino sembrado de fracasos a pesar del extraordinario interés que despierta en la industria farmacéutica. En Europa solo existe un producto para adelgazar en el mercado (orlistat), y su mayor virtud no es precisamente la eficacia, sino la inocuidad.
De ahí la atención que ha despertado el anuncio por parte de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) de la autorización de una nueva molécula, de nominada lorcaserina (Belviq en su nombre comercial estadounidense).
A ello se suma el que podría ser el tercer fármaco autorizado para combatir el exceso de grasa (Qnexa) que está previsto que pase el examen de la FDA en julio. Hacía 13 años que la agencia estadounidense no aprobaba un nuevo compuesto contra el exceso de peso de consumo continuado a largo plazo, lo que sucedió en 1999 con Xenical, el nombre con el que Roche bautizó al principio activo del medicamento, la molécula orlistat.
“Prácticamente no hay nada para tratar la obesidad, así que cualquier fármaco con una relación coste beneficio aceptable es bienvenido”, explica Albert Lecube, del servicio de endocrinología del hospital Vall d’Hebron. En principio, en esta categoría entraría la lorcaserina. En los dos principales ensayos clínicos que han evaluado sus efectos se ha observado una reducción media de peso del 5,8% en un año frente al 2,5% de las personas a las que se administró placebo.
Además, un 23% de quienes consumieron el fármaco perdieron al menos un 10% de su peso corporal. En, al menos, uno de los estudios, los efectos adversos más frecuentes que se detectaron fueron cefalea, mareo y náuseas. “Todo lo que supere un 5% es positivo, ya que se traduce en beneficios cardiovasculares, una reducción de la tensión arterial o del perfil del perímetro de la cintura”, explica, “aunque sea por los pelos, como en este caso”. Las acciones de Arena subieron en Bolsa un 29% el miércoles, al conocerse la aprobación, aunque se dejaron un 10% en la sesión siguiente.
La FDA tumbó la autorización de la lorcaserina en 2010. Ahora, una vez que el laboratorio que ha desarrollado el fármaco, Arena Pharmaceuticals of San Diego, ha aportado los nuevos datos requeridos por la agencia, podrá llegar a las farmacias. Aún no se sabe cuál será su precio ni cuándo saldrá al mercado. La agencia antidroga estadounidense (la famosa DEA) quiere que se controle el posible abuso de la sustancia para lo que ha dado de plazo entre cuatro y seis meses, según ha anunciado Arena, lo que retrasará la comercialización.
El mecanismo de acción de de este compuesto consiste en influir en las señales cerebrales relacionadas con el control del apetito y de la saciedad. En concreto, interviene sobre la serotonina, un neurotransmisor que tiene un papel clave en la inhibición del apetito. Pero no de forma genérica, sino específicamente sobre el receptor 2C de la serotonina, el más relacionado con la saciedad.
La especifidad de la diana hacia la que se dirige el fármaco es un aspecto clave en todas estas sustancias que actúan en el sistema nervioso central y alteran procesos cerebrales complejos, como destaca Javier Salvador, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. Modificar este tipo de funciones es complejo porque además del hambre, también modulan la sed, el sueño, la temperatura corporal o la presión sanguínea, y es fácil provocar efectos indeseados.
Alrededor de 1.300 millones de personas padecen obesidad o sobrepeso en el mundo, según un informe reciente de la ONU presentado en marzo en Ginebra. (Fuente: Jaime Prats, EL PAIS)