CIENCIA
En 1978 nació la primera ‘bebé probeta’; el procedimiento ahora es común y bajo condiciones adecuadas es tan seguro como un embarazo natural
Cuando Louise Brown nació en 1978, se convirtió en la primera bebé concebida fuera del útero, frecuentemente denominado como bebé probeta. Hoy, 34 años después, los expertos en fertilidad estiman que cinco millones de niños alrededor del mundo son el resultado de la tecnología de reproducción asistida que ayudó a sus padres.
El Comité Internacional para el Monitoreo de la Tecnología de Reproducción Asistida, una organización independiente, internacional y sin fines de lucro que reúne y difunde información internacional, presentó estimaciones sobre el número de partos exitosos resultado de tratamientos de fertilización in vitro (IVF, por sus siglas en inglés) e inseminación artificial (ICSI, por sus siglas en inglés) durante la vigesimoctava reunión anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE, por sus siglas en inglés) el domingo pasado.
Los expertos calcularon la cifra de cinco millones basándose en “el número de ciclos de tratamientos para IVF e ICSI registrados a nivel mundial hasta el 2008 añadiendo los siguientes tres años”, según un comunicado de prensa de la ESHRE. En el comunicado también se señala que el total acumulado de nacimientos hasta el año pasado fue de 4.6 millones y que este año alcanzaría los cinco millones.
La IVF es un procedimiento en donde el óvulo de la mujer es fertilizado fuera de su cuerpo. Los óvulos son extraídos de los ovarios y luego colocados en una caja de Petri con esperma para que se lleve a cabo la fecundación.
Para mejorar las probabilidades de que la fecundación ocurra, los médicos pueden inyectar el esperma directamente dentro del óvulo, un procedimiento IVF conocido como inyección intracitoplasmática de esperma.
Según el Instituto Nacional de Salud estadounidense, “muchos programas de fertilidad practican rutinariamente el ICSI en algunos de los óvulos, incluso cuando todo parece estar normal”.
Una vez que el óvulo fecundado comienza a dividirse se le considera un embrión. Después de dividirse durante varios días en el laboratorio (usualmente entre tres y cinco), el óvulo fecundado puede implantarse en el útero de una mujer o ser congelado para implantarse después.
En el comunicado de la ESHRE también se afirma que la información recolectada por la ICMART sugiere que cada año se realizan alrededor de 1.5 millones ciclos de tecnologías de reproducción asistida (ART, por sus siglas en inglés), los cuales culminan en un promedio de 350,000 bebés nacidos. Vale la pena destacar que Estados Unidos y Japón son los países más activos en realizar procedimientos de reproducción asistida, aunque Europa es por mucho la región más activa a nivel mundial.
Los procedimientos IVF no son considerados experimentales, pero no están exentos de riesgos. En algunas situaciones, los medicamentos de fertilidad estimulan en exceso los ovarios de las mujeres, lo que resulta en la acumulación de líquido en el abdomen y el pecho. A las mujeres se les anestesia cuando los óvulos son extraídos de los ovarios, lo que implica un riesgo ya que puede haber una reacción adversa. Ya que este es un procedimiento quirúrgico también se corre el riesgo de presentar sangrado, infecciones y daños en las áreas circundantes.
Si se implantan varios embriones dentro del útero y todos continúan el embarazo a término, tanto la madre como los bebés tienen mayores riesgos de salud en comparación con aquellas madres que llevan un solo feto.
Sin embargo, un estudio publicado la semana pasada en el New England Journal of Medicine concluyó que bajo las circunstancias adecuadas, los embarazos IVF pueden ser igual de exitosos (culminando con el alumbramiento de un bebé vivo) que aquellos embarazos concebidos naturalmente.
El costo del procedimiento puede resultar inalcanzable para muchas parejas. Mientras que muchos planes de seguro médico en Estados Unidos incluyen el pago por un tratamiento IVF, otros no lo cubren. Y los costos varían dependiendo en donde se lleve a cabo el procedimiento. El Instituto Nacional de Salud estima que un tratamiento de IVF puede costar entre 12,000 y 17,000 dólares. (Fuente: Miriam Falco, CNN)