SALUD
Cuando un hombre sufre de un ataque cardíaco, su familia pasa por un instante a un segundo plano, pero investigadores daneses han comenzado a investigar el mayor riesgo a la depresión y a tener estados de ansiedad que sufren las esposas de las víctimas, incluso si ellos sobreviven.
El estudio encontró que luego de un año de la pérdida de su esposo debido a un paro al corazón, las viudas tenían tres veces más posibilidades de comenzar a tomar anti-depresivos que antes de la pérdida.
Pero aunque su esposo hubiese sobrevivido, el riesgo de consumir esta clase de pastillas se incrementaba un 17% con respecto al año anterior.
El uso de drogas contra los ataques de ansiedad también crecía, según el informe de la Publicación Europea para el Corazón (European Heart Journal). “Un ataque cardíaco tiene un gran impacto en toda la familia y este estudio pone el énfasis en la importancia de cuidar a las parejas de aquellos que sufren el paro al corazón”, dice Maureen Talbot, jefa de enfermería de la Fundación Británica para el Corazón (British Heart Foundation).
“Sabemos que la gente se puede sentir muy nerviosa o vulnerable cuando un ser querido sufre un ataque cardíaco. Es fundamental que ellos reciban ayuda emocional y práctica durante este tiempo traumático”.
Más cuidado
Ésta es la primera investigación que estudia la salud de las esposas después de que sus parejas hayan sobrevivido a una crisis cardíaca. “Es una cuestión de salud realmente significativa de la que parece haber muy poca conciencia tanto entre doctores como entre aquellos que diseñan las políticas de salud”, dijo el autor del estudio, Emil Fosbol, del Centro Médico de la Universidad de Duke.
“El hallazgo más importante del trabajo es que el sistema necesita tener cuidado de las esposas también, no solo cuando un paciente muere, sino también cuando el paciente ‘solo es admitido’ al hospital (luego de un ataque repentino) y sobrevive”, añadió Fosbol.
Utilizando registros de Dinamarca, incluyendo el Registro Nacional de Estado Civil que muestra quién está casado y quién no, los investigadores estudiaron los casos de 16.506 esposas de gente que murió de un paro cardíaco entre 1997 y 2008 y los casos de 44.566 esposas de pacientes que sobrevivieron a una crisis de esta naturaleza.
También investigaron el uso de anti-depresivos y de drogas ansiolíticas antes del incidente y hasta después de un año del mismo, y registros de depresión y suicidio.
Estrés postraumático
Los científicos también compararon esta información con los datos de la salud de 49.518 personas cuyas parejas murieron de causas no vinculadas al corazón, y a 131.563 esposas admitidas en hospitales por males no fatales tampoco vinculados a crisis cardíacas.
Si la pareja sufre un ataque al corazón, la salud de la esposa es más afectada que la de aquellas mujeres cuyos maridos murieron o sobrevivieron a otras condiciones médicas.
Los investigadores especulan que la razón detrás de estas diferencias es la naturaleza súbita e imposible de predecir de un ataque cardíaco, que causa un mayor impacto en los que están alrededor de la víctima. “Si tu pareja muere repentinamente de un paro al corazón, no tienes tiempo de prepararte psicológicamente para esa muerte, mientras que si alguien está enfermo, por ejemplo de cáncer, existe un tiempo para hacerse a la idea”, indicó Fosbol, y concluyó: “El impacto psicológico a largo plazo de una pérdida súbita es similar al estrés postraumático”.
SINTOMAS DE UN PARO CARDIACO
Dolor de pecho
Falta de aire o dificultad para respirar
Náusea o vómito
Sudor frío o palidez
Debilidad o fatiga (Fuente: BBC Salud)