DEPORTES
España venció a Italia 7-6 por la vía de los penaltis; mientras Brasil derrotó 2-1 a Uruguay. Tanto los italianos como uruguayos dieron una batalla y de acuerdo a los analistas merecían estar en una final.
Al final de la larga y extenuante temporada del fútbol de clubes europeo, España e Italia, finalistas de la Eurocopa 2012, disputaron 120 minutos de un juego fascinante en fortaleza, saldados en una tanda de penales que incluso se definió por muerte súbita.
La conclusión llegó justo después de que el disparo desviado de Leonardo Bonucci desde los once metros concediera a Jesús Navas la oportunidad de meter a su equipo en la gran final, que se celebrará en el Maracaná.
El equipo de Cesare Prandelli fue el mejor sobre el terreno durante el tiempo reglamentario. Jugó muy organizado, con gran inteligencia y solidez y supo mantener el balón, hasta el punto de que, en un momento dado, arrancó “olés” de admiración entre un público entregado.
Seguramente estará encantado con su juego, pero absolutamente desconsolado por su falta de puntería ante la meta rival. Christian Maggio y Daniele de Rossi lamentarán no haber acertado, totalmente libres de marca, sendos remates de cabeza, y Emanuele Giaccherini haber estrellado el balón en el palo.
España brilló durante la prórroga. Juan Mata dictó el ritmo del juego y Navas planteó una amenaza constante por la banda derecha. Jordi Alba estuvo a punto de abrir la lata y Xavi hizo vibrar la madera, mientras Vicente del Bosque y Prandelli patrullaban nerviosos las respectivas áreas técnicas.
Se marcaron doce penales consecutivos antes de que Bonucci conociera de primera mano la proverbial mala suerte del número 13. Navas lanzó un disparo raso por la derecha de Buffon y, aunque el portero se lanzó por el lado correcto, el balón quedó muy lejos de su alcance. España reservó así su puesto en la final contra Brasil.
Brasil vence 2-1 a Uruguay
La verdeamarela venció a los charrúas con un gol agónico de Paulinho. El cuadro celeste estuvo cerca de echar abajo la fiesta brasileña como lo hiciera hace 63 años en la final del Mundial de 1950, sin embargo, un gol de Paulinho sentenció el marcador a favor de la verdeamarela.
Con un penal, Uruguay tuvo la oportunidad de ponerse arriba desde muy temprano, pero Julio César atajó el tiro desde los once pasos de Diego Forlán.
Fue el conjunto dirigido por Luiz Felipe Scolari el que encontró el gol cerca del final del primer tiempo cuando los charrúas dominaban el juego. Fred remató dentro del área un balón rechazado por Muslera que se fue al fondo del marco.
En el arranque de la parte complementaria, Edinson Cavani puso parejos los números, complicando el panorama de los brasileños. Pero cuando parecía que el encuentro se iría a tiempos extra, apareció Paulinho con un gran salto en el área para vencer al arquero uruguayo y empujar con la cabeza el esférico.
Tercer puesto
Italia se enfrentará a Uruguay en el partido por el tercer puesto. El encuentro por el bronce comenzará a la una de la tarde (hora local) del domingo, y la gran final se celebrará seis horas después.