BRASIL
El jueves 20 de junio más de un millón de personas se manifestaron en todo el país sobre temas como la corrupción, los malos servicios públicos y el enorme costo de la organización de eventos deportivos como la Copa del Mundo del próximo año.
En muchas ciudades hubo violencia y la policía utilizó gases lacrimógenos y balas de goma. Dos personas han muerto, una atropellada durante una manifestación y otra por un ataque al corazón después inhalar gas lacrimógeno. El aumento de las manifestaciones llevó a la presidenta Dilma Rousseff a cancelar un viaje a Japón y convocar la reunión de emergencia.
Los manifestantes se congregaron este jueves alrededor de una emblemática iglesia en el corazón de Río de Janeiro, gritando cosas como “¡Abajo la corrupción!” y “Yo puedo vivir sin el Mundial”.
Band News, una afiliada de CNN, reportó que la policía utilizó gases lacrimógenos en algunas zonas de la ciudad donde se registraron enfrentamientos. La policía informó que se manifestaron hasta 300,000 personas en Río de Janeiro.
Las manifestaciones masivas en Río de Janeiro, Sao Paulo y Brasilia ocurrieron un día después de que el movimiento que comenzó como una protesta en contra de un aumento de 9 centavos en las tarifas de autobuses se anotara una gran victoria.
Tanto Sao Paulo como Río de Janeiro acordaron revocar el alza en las tarifas del autobús y el Metro. El movimiento ha atraído a personas en todo el país, que dicen que estar hartas de los altos impuestos y la falta de servicios -salud y educación-, mientras el gobierno gasta miles de millones en los preparativos para la Copa Mundial de 2014.
En Río de Janeiro, este jueves, los manifestantes portaban carteles que decían: “Cambiaría 10 estadios por un hospital decente en este país” y “Daría la Copa del Mundo por una mejor educación en mi país”.
“Fundamentalmente, la gente está en la calle porque tiene exigencias muy diferentes, pero no tienen un foro para la expresión y para ser escuchados. Y las tarifas de los autobuses” están en ese grupo de exigencias, dijo Alessandra Orofino, una de las organizadoras de las protestas.
Orofino dijo que esperaba que las protestas de esta semana marquen un punto de inflexión en Brasil, donde la democracia es todavía relativamente joven.
Los manifestantes dicen que los más pobres sufren, mientras el gobierno gasta en grandes proyectos para construir nuevos estadios y tener una infraestructura deslumbrante para el Mundial del próximo año y los Juegos Olímpicos en 2016. Se quejan de que la corrupción está haciendo subir los costos.
El gobierno responde
La inversión del país en esos proyectos incluye dinero para la salud y el transporte público, dijo el viceministro de Deportes, Luis Fernandes. “No hay absolutamente nada contradictorio entre la organización de una Copa del Mundo y la inversión en salud y educación”, mencionó.
El gobierno ha insistido en que el despliegue de elementos es para mediar y no para reprimir. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha mencionado que escucha el mensaje de los manifestantes pacíficos.
Los elogió como participantes activos en la democracia, y dijo que su gobierno está comprometido con “la transformación social”. Las protestas ocurren mientras está en desarrollo en el país el torneo de futbol de la Copa Confederaciones, que sirve como un ensayo para el Mundial. (Con datos de CNN)