TENSIÓN MUNDIAL
Las naciones sostienen que el mundo no puede esperar más al Consejo de Seguridad porque ha estado “paralizado” durante dos años y medio
Australia, Canadá, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudita, España, Turquía, Gran Bretaña y Estados Unidos llamaron este viernes 6 de septiembre a la comunidad internacional a dar una respuesta “fuerte” al supuesto uso de armas químicas en Siria.
“Llamamos a una fuerte repuesta internacional ante esta grave violación de las leyes internacionales y a la conciencia para enviar un mensaje claro de que este tipo de atrocidades no se deben repetir nunca”, señala un comunicado conjunto emitido por la Casa Blanca y dado a conocer poco después de la conclusión de la cumbre del G-20, en San Petersburgo, a la que asistieron los líderes de los países firmantes.
“Quienes cometieron estos crímenes deben rendir cuentas”, añade el comunicado emitido el mismo día que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Rusia, Vladimir Putin, defendieron desde San Petersburgo sus respectivas posiciones sobre Siria. Obama defendió la intervención al margen de las conclusiones de las Naciones Unidas y Putin insistió en su oposición.
Ambos coinciden en que en Siria se usaron armas químicas, pero mientras Estados Unidos sostiene que el régimen de Bachar Al Asad fue quien las empleó, Rusia sostiene que fueron los opositores, y que sólo avalaría un ataque bajo el visto bueno de la ONU o en caso de autodefensa.
Los países que apoyan una repuesta “fuerte” en Siria sostienen que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha estado “paralizado desde hace dos años y medio”, señala el documento. “El mundo no puede esperar este fallido proceso sin fin que solo puede llevar al aumento del sufrimiento en Siria y a la inestabilidad en la región”, dice el comunicado.
Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, han vetado la propuesta de intervenir en el país en ocasiones anteriores.
Los países solicitan a la ONU presentar “cuanto antes” el informe elaborado por una misión enviada a Siria para confirmar el uso de armas químicas en ese país. Esta semana, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que las pruebas recabadas ya estaban en el laboratorio.
El grupo de los 11 considera que el uso de armas químicas disminuye la seguridad de las personas en cualquier lugar, por lo que no actuar aumentaría el riesgo del uso y proliferación de este tipo de armas.
En el comunicado recuerdan que más de 100,000 personas han muerto durante el conflicto de más de dos años en Siria, otros dos millones se han convertido en refugiados y cinco millones más fueron desplazados en su propio país.
Finalmente, reconocen que la solución a largo plazo al conflicto entre gobierno y opositores en Siria no puede ser militar, por lo que proponen “una solución política y pacífica” que lleve a restablecer la democracia.
El Congreso de Estados Unidos analiza la propuesta de Obama de intervenir en Siria aún sin el consentimiento de las Naciones Unidas. El presidente de EU dijo este viernes que sometió su intención a votación porque sabe que la medida es impopular debido a que no hay una amenaza directa contra Estados Unidos y porque recuerda a la intervención en Iraq. El Congreso votará después del 9 de septiembre, cuando los legisladores retoman las sesiones.
El gobierno sirio insiste en que no usó armas químicas, por lo que sus legisladores enviaron una carta al Congreso de EU en la que le pide que vote en contra de una intervención.
Obama insiste en la acción militar y Putin dice que ayudará a Siria
El presidente de EEUU, Barack Obama, dijo este viernes que sigue convencido de que es necesario un ataque militar contra Siria por haber usado armas químicas y que continuará tratando de buscar apoyos para ello.
En una conferencia de prensa al término de la cumbre de los líderes del G20, Obama dijo que seguirá tratando estos días “de convencer” a otros países, aunque reconoció que algunos de sus colegas quieren un aval del Consejo de Seguridad de la ONU, sobre el que añadió que “no debería actuar como barrera” y que ahora mismo “prácticamente está paralizado para tomar una decisión sobre este asunto”.
Asimismo, Obama dejó clara una cosa para justificar su postura: “A mi me eligieron para acabar las guerras, no para empezarlas”. “El mundo no puede permanecer de brazos cruzados ante estos hechos”, añadió. El uso de armas químicas supone “una amenaza a la paz y a la seguridad global” y “exige una respuesta fuerte”. Y añadió: “hay un momento en el que hay que tomar decisiones difíciles”.
“Seguimos pensando que el régimen de Al Asad ha usado esas armas, y es una tragedia. También es una amenaza para los países vecinos y para todo Oriente Próximo porque pueden caer en manos de grupos insurgentes”, afirmó.
El presidente afirma que el próximo martes 10 dirigirá un mensaje a los estadounidenses acerca de la crisis de Siria y reiteró que “debe haber una respuesta firme y debe haber medidas serias” para castigar el uso de armas químicas, que son un peligro para toda la región.
Putin, la otra cara de la moneda
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó que su país ayudará a Siria en caso de un ataque militar exterior. “¿Vamos a ayudar a Siria? Sí”, dijo Putin en respuesta a una pregunta sobre qué hará Moscú en caso de una intervención militar exterior en Siria.
El presidente agregó que “ya estamos ayudando. Suministramos armas y cooperamos en el terreno económico”. “Confío en que habrá más cooperación en el ámbito humanitario incluido los suministros de ayuda a la población civil que está en una situación muy difícil”, dijo.
Sobre su relación con Obama indicó que “nos entendemos mutuamente, nos escuchamos mutuamente. No estamos de acuerdo, pero podemos seguir escuchándonos”, comentó. “Tratamos de lograr un acuerdo para la solución pacífica de esta crisis”.
Además, aseguró que los planes de Estados Unidos de lanzar un ataque “limitado” a Siria sólo cuentan con el respaldo de cinco países del G20. Putin enumeró a Francia, Canadá, Turquía, Arabia Saudí y el Reino Unido, aunque destacó que el Parlamento de este último país “atendiendo a la voluntad del pueblo” manifestó su rechazo a la acción militar contra el país árabe.
El Parlamento sirio pide al congreso de EU buscar el diálogo, no la guerra
El parlamento de Siria urgió a la Cámara de Representantes de Estados Unidos no apoyar una posible acción militar contra Siria, reportó este viernes la agencia estatal de noticias SANA. En una carta enviada al presidente de la Cámara baja, el republicano John Boehner, su contraparte siria, Jihad al-Laham, pidió a la Cámara de Representantes comunicarse a través del diálogo civilizado, no a través de la sangre y fuego, reportó la agencia.
El presidente Barack Obama está buscando el apoyo del congreso para emprender una acción militar contra Siria por el supuesto uso de armas químicas por parte de fuerzas del gobierno. Obama necesita 217 votos en la Cámara de Representantes para que su propuesta sea aprobada.
En tanto, algunos de los más fieles amigos de Siria criticaron lo que llamaron la “arrogancia” de Estados Unidos contra un país marcado para la guerra, y afirmaron que quienes realicen un ataque contra Siria pagarán el precio.
El ayatola iraní Ali Khamenei dijo este jueves que Estados Unidos no tiene derecho a realizar acciones aludiendo a motivos humanitarios, “dado su historial” en Afganistán, Iraq y en la prisión de Guantánamo, Cuba.
Lo que está ocurriendo en Medio Oriente, según el líder iraní, es “una reacción de la arrogancia global” de Washington, y afirmó que aunque Estados Unidos y sus aliados golpeen Siria, no podrán “eliminar la resistencia”. “Creemos que los estadounidenses están cometiendo una locura y un error en Siria y tomarán, en consecuencia, el golpe y definitivamente sufrirán”, dijo Khamenei.
El Papa libra una ofensiva diplomática para evitar la intervención militar
Al tiempo que el papa Francisco enviaba una carta a Vladímir Putin y a los líderes del G20 reunidos en San Petersburgo pidiéndoles que eviten “soluciones militares” al conflicto de Siria, el secretario vaticano de Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti, reunía a los embajadores de 71 países acreditados ante la Santa Sede —la práctica totalidad de la representación diplomática— para que trasladen a sus respectivos Gobiernos la necesidad del cese inmediato de la violencia. Jorge Mario Bergoglio no parece dispuesto a contentarse con las previsibles llamadas a la paz —ya sean desde la plaza de San Pedro o desde las redes sociales— ni con la jornada de oración y ayuno a la que, el próximo sábado, ha invitado a los fieles de otras religiones e incluso a los ateos. El papa argentino pretende que la vieja y siempre bien engrasada diplomacia vaticana presione con fuerza a favor de la paz.
Un ejemplo muy gráfico se está produciendo en Estados Unidos. Los obispos estadounidenses -auténticos baluartes del papa Francisco- se acaban de dirigir a los católicos para pedirles que presionen a sus representantes en el Congreso para que, ya sean republicanos o demócratas, voten en contra de la intervención militar. Los términos del llamamiento de los obispos estadounidenses son prácticamente idénticos —en claridad y contundencia— a las palabras usadas por Bergoglio a la hora de dirigirse a Putin. “A los líderes de los Estados miembros del G20”, escribe el Papa, “les pido que no queden indiferentes ante el drama que vive desde hace tiempo la querida población siria (…). Desgraciadamente, duele constatar que demasiados intereses han prevalecido desde que comenzó el conflicto en Siria, impidiendo encontrar una solución que evitase la inútil masacre a la que estamos asistiendo”. Bergoglio urge a los políticos más poderosos del mundo a “encontrar las vías para superar los diferentes enfrentamientos y abandonen cualquier pretensión de una solución militar”.
La condena firme del Papa a los métodos de Bachar el Asad —“con particular firmeza condeno el uso de las armas químicas”, escribió en su cuenta de Twitter— no es óbice para que, con idéntico ímpetu, haya movilizado al Vaticano a favor de la paz. (Con datos de CNN, El País y BBC)