EVENTOS
Del pasado, la humanidad obtiene el conocimiento, la sabiduría y la esperanza para enfrentar con confianza las incertidumbres del futuro. (Comentario del Presidente John F. Kennedy en el centenario del discurso de Gettysburg del Presidente Abraham Lincoln, el 19 de noviembre de 1963 —tres días antes de que fuera asesinado.)
El 22 de noviembre de 2013, se conmemora el 50 Aniversario del asesinato del Presidente John F. Kennedy. Es justo que en esa ocasión solemne, conmemoremos el espíritu de progreso cultural y económico con el que Kennedy enfrentó, y procuró vencer, la perspectiva terrible de una guerra global, la pobreza, y la degradación humana, que aquejaba a nuestra nación y al mundo en ese momento.
En los años siguientes, esos problemas existenciales han sido una amenaza mayor para la humanidad, sin embargo nuestro espíritu nacional de progreso fue reemplazado por el pesimismo cultural y la indiferencia. Los grandes proyectos económicos, científicos y culturales, que se iniciaron entonces, ya hace tiempo que fueron desmantelados, y su memoria fue enterrada y han caído en el olvido. La mentalidad nacional que jubilosamente abrazó el reto de conquistar la Luna, ha sido suplantada por un espíritu que menosprecia el poder de la creatividad humana y acepta la inevitabilidad del colapso de la economía.
Por lo tanto, para honrar como es debido la memoria de John Kennedy, no solo debemos reflexionar sobre lo que fue, y sobre lo que hubiera podido ser, sino además, en cómo ha cambiado nuestra cultura, de modo que podamos comprometernos de nuevo para revivirla.
La chispa de optimismo que marcó el período de Kennedy, aunque borroso, está todavía presente entre nosotros, porque está encarnado en el tejido mismo de nuestra nación desde su fundación, cuyas raíces vienen de grandes mentes del Renacimiento, como el cardenal Nicolás de Cusa, y de sus obras, como la Concordantia Catholica y La Docta Ignorancia.
El Requiem de Wolfgang Amadeus Mozart, es el tributo más apropiado para Kennedy. Expresa la pasión de Mozart por el concepto del hombre que el vio, en su tiempo, formando las bases para el establecimiento de la república americana, y porque el genio del joven Mozart, creó sus obras directamente en contra de las mismas fuerzas sociales reaccionarias que orquestaron el asesinato del Presidente Kennedy, de su hermano, y de Martin Luther King.
Una interpretación honesta de la obra de Mozart, comunica el mismo optimismo y fe en el progreso infinito del hombre, al que Kennedy, siguiendo los pasos de Franklin Delano Roosevelt, dedicó su vida, decididamente opuesto a quienes querían reducir drásticamente la población del mundo por medio de guerras perpetuas y negándoles las necesidades básicas, y como afirmación de aquello que lo distingue singularmente de las bestias, a saber, su capacidad creativa para descubrir principios universales nuevos y desconocidos.
El concierto será interpretado por el Coro del Instituto Schiller, acompañado por una orquesta y solistas que el Instituto Schiller ha congregado para esta ocasión. Esta obra se va a interpretará en la “afinación natural de Verdi” del La = 432 Hz, continuando con la campaña, que por décadas, viene haciendo el Instituto Schiller para volver a la afinación que, se ha demostrado, maximiza la belleza de la voz humana cantada, y de los buenos instrumentos musicales.
El Instituto Schiller fue fundado en 1984, por iniciativa de Helga Zepp-LaRouche, esposa de Lyndon LaRouche estadista y economista físico estadounidense, con el propósito de revivir el paradigma de la cultura clásica, y reafirmar el derecho de toda la humanidad al progreso material, moral e intelectual. El instituto recibe su nombre de Federico Schiller, el “poeta de la libertad”, cuyo poema, la “Oda a la alegría” fue inmortalizado por Ludwig v. Beethoven en su 9vna Sinfonía.
El Requiem de W. A. Mozart en R menor, K. 626
DIA: Viernes, 22 de noviembre de 2013
HORA: a las 8:00 p.m.
LUGAR: St. Mark Catholic Church,
9970 Vale Road, Vienna, VA 22181