OPINION
El futuro de Tony Saca
Por: José Manuel Ortiz Benítez*
Después de su etapa como presidente, aquel hombre había empezado a dividir su futuro en plazos de tres meses. Sus aspiraciones siempre iban más allá, pero prefería dosificar sus posibilidades reales en espacios cortos, como en los capítulos de una telenovela de intriga, algo a lo que el pueblo salvadoreño está bien acostumbrado.
El desafío siempre merodeaba por ahí, como una mosca detrás de la oreja. Fue una noche calorosa, antes de tumbarse en la cama. En la espesa oscuridad de la medianoche, lejos de los ajetreos de la primera magistratura, el ex mandatario empezó a ver la vida como una línea de crédito a 90 días que había que renovar cada trimestre con el permiso habitual de su propia fortuna, una fortuna que más del 50% de los salvadoreños cree que ha hecho de forma irregular.
Aquella noche, el ex presidente se dijo a si mismo que aunque dejaba de ser presidente, él siempre iba estar ahí disponible para salvar al país de los políticos.
Posteriormente a la reconversión a ciudadano normal, el hombre, con cuerpo de ganso y cejas rasuradas, consiguió atravesar el desierto sin demasiados quebrantos y, habiendo llegado sano y salvo al otro lado de la primavera, el ex primer magistrado de la república elevó su propio horizonte cual si fuera un gran cartel de publicidad y lo colocó tres meses más allá en la línea imaginaria de nuestro tiempo.
“Esta es la realidad y ese nuestro horizonte” dijo firme, con una sobre dosis de confianza, como siempre lo hizo en sus discursos presidenciales ante sus seguidores habituales.
En esta ocasión, parte del nuevo horizonte, era azul, azul como la miseria salvadoreña que se aprecia con nitidez cuando uno se pasea por colonias, barrios y cantones.
GANA había conseguido, en su debut, una cantidad holgada de diputaciones y alcaldías, y eso era una indicación para que el hombre viera una oportunidad dibujada en su horizonte. “GANA es la salvación de las ideologías” afirma el ex mandatario, sin aceptar que el partido es parte de su propiedad.
En lo estrictamente político, el hombre nunca se fue, al revés, hizo un paréntesis, una amistad con el nuevo poder para volver al ring más fuerte que nunca.
En lo personal, se conoce que el ex mandatario había sometido su vida a placeres cortos para poderlos vivir con mayor fuerza e intensidad, algo a lo que suele optar gente de “cierto aplomo” en El Salvador para apaciguar los egos.
Tras esperar un tiempo prudencial, como un boxeador retirado antes de tiempo, el ex gobernante resolvió volver a saltar a la palestra pública en medio de un mar de dudas y críticas.
Se propuso volver a ser el animal político que siempre llevó en su interior, retenido hasta ahora como un toro bravo por las circunstancias del momento. Soltó el animal desenfrenado e inmediatamente retomó, a su conveniencia, las ondas del espacio nacional para incursionar nuevamente en los hogares salvadoreños con la facilidad de un micrófono, una pantalla y un teclado de 90 caracteres.
“Es hábil como un pulpo bien alimentado” dice un amigo de Oriente que afirma conocerlo personalmente. “La otra virtud es que puede disfrutar de un buen whisky, desde las alturas, y soñar con volver a ser presidente, sin despreciarse un solo instante.”
Elías Antonio Saca, popularmente conocido como “Tony Saca”, nació en la ciudad de Usulután, El Salvador, el 9 de marzo de 1965. Desciende de una familia palestina católica llegada a El Salvador a principios del siglo XX. En 1983, comenzó sus estudios superiores de periodismo en la Universidad de El Salvador, estudios que nunca acabó. Fue presidente de El Salvador en el período 2004-2009 por el partido conservador Alianza Republicana Nacionales (ARENA) de donde fue expulsado por sus socios políticos el 14 de diciembre de 2009, acusado de malversación de fondos públicos.
El lunes 25 de febrero de 2013, el expresidente anunció ante medios y cientos de seguidores su candidatura en las elecciones presidenciales de 2014, un acontecimiento inédito en la democracia salvadoreña.
El viernes 6 de septiembre de 2013, la Sala de lo Constitucional desestimó una demanda en su contra interpuesta por un ciudadano, de quien se sospecha está en la nómina de ARENA. La razón de la desestimación: no estaba oficialmente inscrito como candidato.
El 20 de noviembre de 2013, cuando prácticamente nadie lo esperaba, la Sala de lo Constitucional admitió otra de varias demandas contra la candidatura del Sr. Elías Antonio Saca. La razón de la admisión: en esta ocasión está oficialmente inscrito como candidato.
Los ciudadanos, Ramiro Peña Marín y Wilmer Humberto Marín Sánchez, alegan en su demanda que la candidatura de Tony Saca vulnera los artículos 88 y 154 de la Constitución de la República por haber ejercido la presidencia en el “período inmediato anterior” a la inscripción como postulante al Ejecutivo.
Quien sabe lo que habrán querido decir los redactores de la Constitución cuando escribieron escuetamente eso del “período inmediato anterior”.
En todo caso, La Sala le ha pedido al Tribunal Supremo Electoral de El Salvador rendir cuentas sobre la inscripción de la candidatura de Tony Saca y le ha ordenado al aspirante presidencial presentarse con DUI en mano delante de los 4 jueces que componen el temido alto tribunal. Los jueces le proponen la cita, una especie de inspección clínica para ver si el paciente está limpio o no, constitucionalmente hablando, en su afán de volver a ser presidente.
En el horizonte, a menos de 3 meses para las elecciones presidenciales, se dibujan algunas siluetas que le ofrecen al ex mandatario motivos para conseguir su meta y volver a ser feliz. Sin embargo, la candidatura del ex mandatario todavía no está garantizada. Los análisis son variopintos, van desde la teoría de caza de brujas, hasta la defensa de la república.
Su futuro, a corto plazo, pasa por las manos de 4 tipos que no se andan en bromas a la hora de redactar sentencias desequilibrantes. No mucho tiempo atrás, Tony Saca se ponía al teléfono en su sillón y se le se respondía desde cualquier dependencia de gobierno, “sí, presidente”.
Ahora Tony Saca tiene que trabajar de otra forma para convencer a la Sala más maldita que ha tenido el país de que su candidatura es constitucional. Pero la decisión de la Sala no solo afectará el futuro de Tony Saca, sino también la de su amigo, el actual presidente de la república, Mauricio Funes Cartagena.
*José Manuel Ortiz Benítez, analista político.