CHILE
La nueva presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, ofreció un discurso desde su comando de campaña en la tarde de este domingo, tras la jornada electoral en la que se impuso con el 62% de los votos. “Me comprometo a trabajar pensando en la amplia diversidad de chilenos y chilenas. Creemos que el Chile de todos es posible y además es muy necesario”, dijo tras agradecer la visita de su contrincante conservadora Evelyn Matthei.
“Han demostrado con su voto y su compromiso que creen en mí tanto como yo creo en ustedes (…) Quienes fueron a votar se han comprometido con el destino de la patria”, agregó.
Durante su mensaje, Bachelet también hizo referencia a su madre Angela Jeria, diciendo: “No sabes lo agradecida que me siento por tenerte como referente. La gente de mi patria te quiere y te valora tanto como yo”. Luego mencionó a su padre, Alberto Bachelet, “quien no ha dejado de acompañarme ni un momento de mi vida”, señaló.
La socialista Bachelet, exministra y exjefa de Estado, pediatra, pionera del programa de mujeres de Naciones Unidas y ahora presidenta electa de Chile, sumó este domingo otro mérito a su currículum: seguir siendo, a pesar del paso del tiempo, una de las políticas más populares del mundo.
La candidata de la Nueva Mayoría –la coalición de socialistas, comunistas y democracia cristiana que sustituyó a la Concertación- derrotó con amplia ventaja a su rival Evelyn Matthei.
Sólo la baja participación electoral del 41.60% (apenas 5.7 millones votaron de los más de 13 millones de chilenos convocados), deslució el triunfo de Bachelet, que ahora tendrá que liderar un país cargado de descontento y frustración general con su clase política.
Pero, ¿por qué Michelle Bachelet parece conservar su carisma y capital político intacto mientras la confianza en los demás políticos se desploma? BBC Mundo le explica las razones detrás del “fenómeno Bachelet”.
Bachelet llegó a la presidencia de Chile por primera vez en 2006, después de haber ejercido como ministra de Sanidad, y luego Defensa, en el gobierno del mandatario Ricardo Lagos. “Ya desde entonces tuvo un liderazgo especial, más empático con la ciudadanía”, le dice a BBC Mundo la politóloga Pamela Figueroa.
“El suyo no era un apoyo levantado por los partidos políticos, sino por la población, pero a la vez cumplía con un montón de requisitos de la política antigua, como la militancia política, especialización en Salud y Defensa…”, sostiene.
Esta popularidad le siguió durante su mandato, especialmente entre las clases populares chilenas, que valoraron sus políticas sociales ligadas a la infancia, a la maternidad y a la inclusión.
Decisiones como las de nombrar a un gobierno paritario, con igual número de hombres que de mujeres, sorprendieron a una clase política acostumbrada a que los cargos del gabinete se repartieran entre las fuerzas que componían las coaliciones partidistas.
A pesar de algunos momentos críticos, como las masivas protestas de estudiantes secundarios que sacudieron los primeros meses de su mandato, Michelle Bachelet terminó su gobierno con más del 80% de apoyo ciudadano.
EXPERIENCIA EN ONU
En septiembre de 2010, a los pocos meses de abandonar su cargo como jefa de Estado, Bachelet se convirtió en la primera directora ejecutiva de ONU Mujeres, una recién creada agencia internacional destinada a fomentar la igualdad de género. La expresidenta se alejó del debate nacional y centró sus esfuerzos en el nuevo cargo desde su oficina en Nueva York.
Bachelet regresó a su país en marzo de 2013 para anunciar lo que ya todos daban por hecho: sería la candidata del centro izquierda, carente de un líder del perfil y aceptación popular de Bachelet. (Con datos de BBC)