EL SALVADOR
La erupción del Volcán Chaparrastique, ubicado en San Miguel, en el oriente de El Salvador, inició a las 10:30 de la mañana del domingo 29 de diciembre y consistió en una columna eruptiva de gases y cenizas, la cual se elevó aproximadamente de 5 a 10 kilómetros, afectando a varias poblaciones aledañas.
El presidente salvadoreño Mauricio Funes dijo que aunque las emanaciones de gases y cenizas del volcán Chaparrastique terminaron en el transcurso de la tarde y el viento ha permitido que poco a poco el panorama se vaya despejando, no se descartan nuevas erupciones.
La erupción volcánica, aseguró el mandatario, no ha ocasionado víctimas mortales. Un total de 1.635 personas han sido evacuadas de sus viviendas y llevadas a los ochos albergues habilitados, según informó el mandatario. Se prevé que ese número pueda incrementarse con el paso del tiempo.
El gobierno está realizando una evaluación de la infraestructura pública afectada. Un informe preliminar indica que al menos 47 escuelas fueron cubiertas por cenizas. El servicio de agua en los alrededores del volcán está siendo abastecido por ocho de los 20 pozos de la zona. La Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) realizará un análisis de agua en las proximidades del volcán Chaparrastique.
El ministro de Políticas de Salud, Eduardo Espinoza dijo que como consecuencia del fenómeno, el agua potable podría verse cargada de metales pesados nocivos para la salud.
El presidente Funes dijo que un equipo de vulcanólogos y científicos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) se encuentran en la zona del volcán monitoreando el fenómeno.
El Chaparrastique se considera uno de los seis volcanes más activos de El Salvador y tiene una altura de 2.129 metros. La más reciente actividad sísmica se registró en 2006 y en los últimos 304 años ha emanado 27 erupciones.
El alcalde de San Miguel, Wil Salgado, hizo un llamado a la población a que abandonen la zona, ya que el volcán “ha dado aviso” y los habitantes tienen tiempo suficiente para retirarse y ponerse a salvo para prevenir cualquier catástrofe.
“Nosotros no teníamos ninguna información que nos hiciera sospechar que fuera a erupcionar el volcán, nos han dicho que luego del temblar y tirar cenizas puede pasar a otra fase de lanzar lava pero hasta el momento no hemos visto nada de eso”, agregó Salgado.
Se mantiene la alerta
Autoridades de Protección Civil informaron que alrededor de 462 familias han sido afectadas sus viviendas por la erupción del volcán “Hay por lo menos 462 familias que sería deseable reubicar de manera permanente”, dijo Jorge Meléndez, director de Protección Civil.
Un aproximado de 2.500 personas deberían de ser movilizacdas para la reubicación. El número de personas desplazadas, a la fecha, en los 14 albergues, es de 1.534.
Protección Civil mantiene alerta naranja en el departamento de San Miguel y alerta naranja para Usulután. Los 12 departamentos restantes se encuentran en alerta verde. Autoridades de Medio Ambiente y de Protección Civil han establecido el desplazamiento de las comunidades localizadas en un perímetro de tres kilómetros alrededor del cráter. (Con datos de Contrapunto)