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No es ningún misterio que Juergen Klinsmann ha hecho un gran trabajo durante los tres años y medio que lleva al frente de la selección de Estados Unidos. Bajo su mando, el equipo de las Barras y las Estrellas no sólo se clasificó con comodidad a la Copa Mundial de la FIFA 2014™ sino que consiguió notables triunfos de visita en partidos amistosos ante equipos de la talla de Italia, México y Bosnia.
Pero ahora, el ex técnico de la selección alemana tiene ante sí su reto más importante desde que asumiera el cargo. Con tres rivales de categoría, como Alemania, Portugal y Ghana intentará que sus dirigidos den la sorpresa y se califiquen a segunda ronda en Brasil. A sólo unos meses del inicio del torneo, Klinsmann habló en exclusiva para FIFA.com.
Señor Klinsmann, usted marcó su último gol en una Copa Mundial de la FIFA ante México, en Francia 98. Paradójicamente, ahora dirige a otra selección de CONCACAF. ¿Cómo siente que ha evolucionado la zona en estos años?
Definitivamente, ahora se reconoce y se respeta más a los equipos. Creo que la región se ha desarrollado de muy buena manera, sólo hace falta ver lo que hicieron Costa Rica y Honduras en 2006 y 2010, además, claro, de México cada vez que participa y de la consistencia que ha mostrado Estados Unidos.
¿Cuál piensa que ha sido la principal mejoría?
Siempre hubo jugadores técnicos, pero el ritmo y la intensidad estaban lejos de los de las naciones más poderosas, y creo que ahí es donde las distancias se han reducido. Ya no es fácil vencer a un buen equipo de CONCACAF, va a vender siempre cara su piel. En la Copa del Mundo juega también la fortaleza mental y ahí es donde todavía la zona tiene que mostrar que puede meter a un equipo en cuartos o semifinales.
Desde su tiempo con la Mannschaft, a usted se le considera un gran motivador, ¿cómo ha sido su trabajo con Estados Unidos en el aspecto mental?
Empezamos a trabajar en ello cuando asumí con el equipo, y llegamos al Hexagonal con el convencimiento de que teníamos que conseguir los resultados en los últimos minutos y también fuera de casa. En fútbol tienes que tener jugadores especiales para conseguir resultados especiales, y si no cuentas con ellos, con un Lionel Messi o un Cristiano Ronaldo, tienes que buscar la manera de compensar, con trabajo de equipo y mentalidad ganadora. Fuimos a Rusia, a Bosnia, y sacamos buenos resultados ahí. Ganamos en los últimos minutos en Panamá cuando parecía todo decidido. Vamos avanzando.
¿Siente que puede replicar la gran fortaleza psicológica característica de Alemania?
Es un enfoque mental que se trabaja durante años, no sucede en una noche. Creo que la confianza alemana viene de décadas de éxito, es un país que ha ganado el Mundial tres veces, la Eurocopa otras tres, y que ha dado la vuelta a partidos en el último minuto en muchísimas ocasiones. Pero esa confianza no es coincidencia sino el producto de un trabajo arduo. No funciona cada vez, pero se consigue con dedicación y experiencia y es lo que estamos trabajando para conseguir en Estados Unidos.
¿Qué tan cerca está su equipo de lograrlo?
Es un proceso, y aún tenemos que trabajar mucho en él. Llegar a un partido y mirar a la cara a cualquier rival no es fácil porque uno ve los nombres y, en principio, impresiona. Va a ser el mismo reto en cada ocasión. Aunque hayas hecho tu preparación física y táctica, no sabes qué es lo que pasa por la cabeza de los jugadores: si están nerviosos, impresionados, si les preocupa lo que digan los amigos, la familia, los medios… Cada futbolista maneja eso de manera distinta así que tratamos de prepararlos de la mejor forma posible.
En general, Estados Unidos es un país acostumbrado al triunfo…
La mentalidad estadounidense es realmente impresionante. Siempre quieren ser los primeros, saben que aún no han llegado en materia de fútbol, pero van avanzando. Ahora hay muchísimos niños que lo juegan, se pueden ver ligas de cualquier parte del mundo y los derechos locales de transmisión son mucho más valiosos. El juego está creciendo de arriba a abajo. La ambición tiene que ser llegar a semifinales de un Mundial y lo que tenemos que hacer es trabajar para crear un ambiente propicio para lograrlo.
¿Siente entonces que la presión es similar a la que viven los equipos grandes?
No realmente. Como no hemos llegado a semifinales en muchísimo tiempo, nadie espera que lo hagamos ahora, así que obviamente la presión es menor pero, de cualquier modo, tienes que ponerte metas, decirte a tí mismo “¿hasta dónde puedo llegar?”. Si eres Brasil, Argentina o Alemania tienes que ser finalista, y no hacerlo es un fracaso. Históricamente siempre ha sido así. Estados Unidos tiene que buscar llegar más lejos de lo que lo ha hecho en el pasado.
En Brasil, enfrentarán a rivales de gran categoría, ¿qué podemos esperar de su equipo en esos juegos?
Sin importar contra quién juguemos, siempre seremos un equipo que dé el mil por ciento, y aún ante los oponentes más fuertes no vamos a salir a especular. Para nosotros, la única palabra que vale es ganar. (Fuente: FIFA.com)