LETRAS
La periodista y poetisa salvadoreña Ana Mercedes Miranda Morán, ha sido reconocida en Costa Rica con la publicación de un libro de poesía realizado por la organización “Voces Nuestras” en ese país, que tiene por objetivo reconocer la labor de la mujer centroamericana.
El libro titulado “Mujeres, economía solidaria y consumo responsable”, recoge una serie de poemas, testimonios y experiencias de la mujer en todas sus facetas. “Me inspira personas que hayan hecho algo valioso para la humanidad para el planeta, también me inspira la naturaleza, mi madrecita y mi padre”, expresó Miranda.
Miranda Morán participó en un concurso realizado por dicha organización con el poema “Para vivir no necesito mucho” junto a mujeres de Centroamérica, Ecuador, Cuba y México.
El libro fue publicado en Costa Rica y el reconocimiento incluye la grabación de un CD con los poemas ganadores de mujeres de la región. Miranda Morán escribe poesía desde los siete años y no es la primera ocasión que sus escritos son incluidos en libros publicados en la nación centroamericana.
Ana Mercedes periodista graduada en la Universidad de El Salvador, donde también ha ejercido como docente, nació en San Vicente, pero se crió en Sensuntepeque.
En su carrera periodística destaca su trabajo hace algunos años en Diario El Mundo y desde 1995 publica con su esposo, también periodista Pedro Carbonel el periódico “Tiempo Cultural”, el que desde 2013 puede ser leído en forma digital visitando la página en Facebook “La Revista” (Tiempo Cultural).
Miranda es también promotora cultural, en la Casa de la Cultura de Sensuntepeque. Ha ganado además tres certámenes de los organizados por la entidad “Voces Nuestras”, costarricense. También ha triunfado en los Juegos Florales en Sensuntepeque, en la rama de poesía.
Escribe poesía, piezas teatrales, testimonio, cuentos cortos y siempre se mantiene escribiendo artículos y reportajes periodísticos. (Con datos de La Página)
Poema ganador en Costa Rica “Para vivir no necesito mucho”
I
Radio, televisión y periódicos, en truculenta y constante trama
Quieren hacerme creer que si no adquiero cosas es un drama,
Que para ser alguien de valía, respetada
Debo poseer la mágica tarjeta plastificada
II
Gran auto de último modelo, un celular multifunción
Televisor de plasma, vestidos y zapatos, qué ilusión
Y si el sueldo es exiguo o no tienes pago mensual seguro
Debe empeñarse radio, plancha, hasta tu lámpara de carburo
III
No, conmigo no pegan los míticos cantos de sirena
Y su eso no le gusta al gran comercio, pues qué pena
Pero yo valgo por mis acciones, mi persona, mi pensar
Y no por ciega carrera desaforada de comprar
IV
Sí, soy feliz, sin cosas materiales que dan falso placer
Pues estoy conciente de mi propio valer
Como humana, fiel servidora o íntegra mujer
Que evade las melifluas ofertas del vender
V
Compro, lo que sirve a la familia vitalmente
Pues aprecio el fruto de mi labor, especialmente
Y no lo dilapido para hacerme un embalaje
Que a la postre resulta en falsa imagen