SEMANA SANTA
Hispanos en Virginia conmemoran la Resurrección de Cristo
POR: ALIRIO ALEMÁN
Cada “Semana Santa” que viene y pasa nos invita a cuidar el alma, a ser más renovado y vivir conforme a la voluntad de Dios.
Las comunidades hispanas católicas en los Estados Unidos de América recuerdan año a año las “Semanas Santas” vividas en sus países de origen y a cual es más diferente, pero al final son bellos y espirituales esos recuerdos. Las procesiones, misas y todo acto que se celebraban allá se han traído a la tierra de los peregrinos de Irlanda e ingleses que fundador esta gran nación.
La “Semana Mayor” donde quiera que se viva se revive de La Pasión, Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, desde el Miércoles Santo comienza a sentirse que la Muerte de Jesús está anunciada para darle cumplimiento a las profecías, el Jueves Santo Jesús lleva a sus apóstoles a demostrar el mayor acto de humildad al lavatorio de los pies de los creyentes peregrinos en Jerusalén, el Viernes Santo da inicio con el Viacrucis piadoso que consiste en la procesión en acompañamiento de “Jesús” cargando la pesada cruz de madera.
En cada una de sus caídas El Mesías es sentenciado y azotado por un centurión del imperio romano hasta llevarlo a la crucifixión en la cruz y dos ladrones lo acompañan al suplicio que vienen a ser los testigos de la injusticia terrenal, pero todo tenía que suceder así para que la voz de los profetas se cumpliera diciendo que “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” así Dios Todopoderoso demostró su gran amor por la humanidad entregándose a la justicia de los hombres para la remisión de nuestros pecados.
El Sábado de Gloria se celebra la Vigilia Pascual y el Domingo de Resurrección es la culminación de la fiesta religiosa de la iglesia católica mundial que nos invita a cuidar el alma y ser más congruente con nuestros semejantes, a compartir nuestras penas y alegrías y a vivir como verdaderos hijos de Dios.
En la iglesia “Saint James” en Falls Church Virginia el Reverendo colombiano José Eugenio Hoyos expresó en el Domingo de Resurrección que “La tumba que María Magdalena encontró vacía, ahora es removida en oración y alegría, pues Cristo ha entrado en nuestros hogares y ha venido a llenarlos de esperanza y a darnos un motivo más de seguir viviendo y orando…este no fue un domingo más, pues nuestros niños fueron grandes protagonistas al participar en cada evento y recibir nuestra herencia católica como legado de FE”.