AUTOS
En lo que va de 2014, más de 20 millones de vehículos de distintas marcas, desde General Motors (GM) hasta Honda, han sido llamados a revisión en Estados Unidos, por problemas que en algunos casos han tenido consecuencias fatales.
Hace una década que no se presentaba una oleada similar de revisiones, y eso ha llevado a muchos a preguntarse el porqué. Los retiros han provocado inconveniencias a los conductores y críticas a los fabricantes, además de los gastos que representan las revisiones y reparaciones, así como el desprestigio de la industria.
El gigante automotriz de Estados Unidos, GM, agregó este miércoles 25 de junio 33.000 automóviles Chevrolet Cruze a sus llamados a revisión, a causa de problemas con las bolsas de aire, fabricadas por la firma japonesa Takata.
A principios de mes, GM había llamado a revisión 2,5 millones de autos por un defecto en el interruptor de encendido de varios de sus modelos, para llevar el total a por lo menos 13 millones, más de lo que vendió en todo 2013. En mayo, la compañía fue multada con US$35 millones, por no poner cuidado a diversos desperfectos, relacionados con 13 muertes.
GM se vio obligado a pedir disculpas públicamente al reconocer su “incompetencia y negligencia” y se encuentra bajo fuerte presión de los entes reguladores, para mejorar sus niveles de seguridad.
Llamada de atención
“Creo que hay un nuevo nivel de escrutinio y sensibilidad acerca de los llamados a revisión y que el de GM es una parte clave de eso”, indicó a BBC Mundo Karl Brauer, analista senior en Kelley Blue Book, empresa evaluadora de vehículos en California.
“No ha sido simplemente un llamado a revisión para GM, sino una llamada de atención para la industria”, agregó. “Si tienes problemas desde hace tiempo y no los tratas, puedes terminar con un problema mucho mayor”.
Precisamente así ocurrió, puesto que la falla en los interruptores de encendido se reportó por primera vez hace diez años. Incluso la Administración de Seguridad del Transporte en las Autopistas Nacionales de EE.UU. fue criticada por una supervisión inadecuada y se ha visto obligada a observar con mucha más atención a los fabricantes. El presidente de GM, Dan Ammann, declaró a la BBC que “obviamente era un problema, lo hemos visto manifestarse ahora y hemos actuado para que nunca vuelva a ocurrir”.
“Creo que GM sabía que tenía un problema, pero no sabía hasta qué nivel”, afirmó Brauer. “No creo que nadie suficientemente importante en la jerarquía supiera del peligro potencial relacionado con el problema”.
“No creo que fueran conscientes de su peligro, sino que lo veían más como una molesta inconveniencia, que el auto se detuviera al azar si el arranque se apagara involuntariamente”, agregó Brauer.
Industria desinflada
Esta semana también, entre las firmas japonesas Honda y Nissan tuvieron que retirar de las calles estadounidenses casi 2,8 millones de vehículos por un desperfecto en las bolsas de aire de los pasajeros, manufacturadas por la misma empresa japonesa, Takata. “Se trata de un problema de hace mucho tiempo y la compañía que los fabrica lo sabía y sólo lidió con casos individuales o si alguien murió o quedó herido”, señaló Brauer. “Pero no llamaron a revisión a todos los vehículos”.
“Creo que lo están haciendo porque vieron lo que pasó con General Motors, que hizo lo mismo demasiado tiempo y decidieron que era el momento de hacerlo”, indicó el comentarista.
Uno de los aspectos más alarmantes es la cantidad de autos que han sido llamados a revisión. El total -31,4 millones de autos- supera al récord previo de 30,8 millones hace diez años, como cita un artículo del periódico Los Angeles Times, según el cual las piezas de Takata son usadas por millones de vehículos de varios fabricantes.
La llamada a revisión de estos vehículos genera importantes costos a la industria automotriz. “Si no me equivoco, a GM se le permitió cancelar US$2.000 millones”, comentó Brauer. “Primero fueron US$400 millones, luego US$700 millones, luego US$1.300 millones”, sin contar el último llamado a revisión. (Fuente: BBC)