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Jürgen Klinsmann no pudo superar el trabajo que Bob Bradley hizo hace cuatro años ni tampoco regresar a Estados Unidos a unos cuartos de final, como lo hizo Bruce Arena en 2002.
Sin embargo, el entrenador alemán, quien tiene contrato con la federación estadounidense hasta 2018, aseguró que bajo su mandato desde hace tres años, los avances se están viendo. Y más aún, que están siendo pensados en el futuro del fútbol estadounidense.
“Sigo construyendo bajo las bases que me entregó Bob [Bradley], quien hizo un gran trabajo, y de ahí traigo jugadores jóvenes que permitirán hacer crecer más al programa de la selección”, indicó Klinsmann en la conferencia de prensa después del partido. “Estamos emocionados por algunos jugadores jóvenes que tenemos y otros que aún no están listos. Estamos pensando en la selección olímpica de cara a Rio 2016, la Copa América en EE.UU. y también el próximo año se viene la Copa Oro”.
“Hay mucho camino para construir de aquí en adelante”, afirmó Klinsmann. El excampeón del mundo con Alemania en 1990 continuó alabando su trabajo en el desarrollo del fútbol en EE.UU.
“Uno espera que el equipo reciba esta experiencia y entienda que no es solo ir al entrenamiento y jugar cada fin de semana”, dijo Klinsmann. “Esto es un estilo de vida. Uno se enfrenta a equipos como Bélgica y/o Alemania y se da cuenta que ellos tienen un poco más de talento dentro de sus programas y te derrotan en partidos como estos en tiempos extras”.
La selección de EE.UU. probó en este Mundial el fruto de la recolección de jugadores germanoamericanos, que tanto criticismo le ganó a Klinsmann. La participación de jugadores como John Anthony Brooks, Fabian Johnson y Jermaine Jones, e inlcuso Julian Green, le permitió a los estadounidenses soñar con un Mundial en el que muy pocos tenían esperanzas.
“Estamos buscando a todos los estadounidenses alrededor del mundo, no solamente a los que son de Alemania”, reconoció Klinsmann sobre su trabajo de exploración. “Es parte de la globalización, independientemente de dónde hayan nacido”.
El seleccionador alemán reconoció que su equipo necesitará tener una mejor compostura de cara los torneos que se vienen, sobre todo pensando en el Mundial de Rusia 2018.
“Siento que todavía tenemos mucho respeto por nuestros rivales. No se cuánto tiempo tome, o cuántos años, pero es algo que tenemos que acabar, saber manejar y quitarnos de la cabeza”, aseguró el entrenador de EE.UU. “Tenemos que entender que podemos enfrentarnos a ellos sin importar qué tan buenos o qué tan talentosos sean”. (Con datos de Diego Pinzón, FutbolMLS.com)