Rafa Márquez, la vida empieza a los 35

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DEPORTES

PAG 39El arco de la carrera de un futbolista suele ser bastante similar. Debut en la adolescencia tardía, plenitud promediada su segunda década de vida, declive al empezar la treintena y retiro unos años más tarde. A los 35 años, en general suele estar planeando ya su siguiente paso. ¿Dedicarse a la dirección técnica? ¿Abrir un negocio? ¿Reconvertirse en comentarista?

Sin embargo, hay algunos rebeldes que se salen del molde, y para ellos la edad no es un obstáculo en la búsqueda de nuevos desafíos. Ryan Giggs, Andrea Pirlo y Gianluigi Buffon son algunos nombres que vienen a la mente, a los que ahora se suma otro: Rafa Márquez.

Tras ganar un bicampeonato en su país y jugar su cuarta Copa Mundial de la FIFA, casi cualquiera habría considerado la opción del retiro. Sin embargo, el capitán mexicano decidió ir en sentido contrario a la lógica y aceptó un nuevo desafío: volver a Europa, donde vivió sus mayores alegrías, para fichar por el Hellas Verona de la Serie A italiana. Una decisión sorprendente, que el propio número 4 explicó en exclusiva a FIFA.com.

 

UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Curiosamente, el primer partido de la nueva etapa europea de Rafa no fue con su nuevo equipo, sino con el León, el actual campeón mexicano, del que se despidió en el mejor escenario posible, el Camp Nou de Barcelona. Allí enfrentó al equipo culé, el lugar donde el zaguero alcanzó sus máximas glorias al conquistar 12 títulos, entre ellos dos Ligas de Campeones de la UEFA y una Copa Mundial de Clubes de la FIFA.

Ese encuentro fue el inicio de esta aventura, pero también tuvo un gran componente emocional para el zaguero. “Fue una sensación increíble. En realidad tuve sentimientos encontrados. En principio tristeza por dejar a mi equipo, pero a la vez alegría de volver a Barcelona, donde no pensé que pudiera volver a jugar. No podía haber encontrado mejor escenario para esta nueva etapa. Me emociona mucho”, reconoce con una sonrisa en los labios.

Un componente sentimental al que se suma otro. Este inesperado traspaso representa la realización de una meta poco conocida para el defensor. Rafa siempre soñó jugar en Italia, e incluso lo confesaba hace varios años a FIFA.com cuando estaba en Barcelona. Parecía que se le escapaban las posibilidades de cumplirlo, pero finalmente dejará su huella en la cuna de otras leyendas defensivas como Paolo Maldini, Franco Baresi o Alessandro Nesta.

No sorprende entonces que el jugador esté rebosante de alegría ante su nuevo reto. “Estoy muy feliz de volver a Europa, y más aún hacerlo a una liga tan competitiva como es la italiana, en un país en el que siempre quise jugar. Es una enorme oportunidad, a una edad poco común, así que lo menos que puedo hacer es aprovecharla”, confiesa con entusiasmo.

 

RETOS INTACTOS

A su llegada a Verona, Márquez fue recibido por cientos de aficionados que esperan que pueda aportar su experiencia y liderazgo en un equipo que volvió a la máxima categoría la temporada pasada. El número 4 se siente a la altura del desafío, pero está consciente de que no puede dar nada por sentado. “Tengo clarísimo que estamos hablando del máximo nivel en Europa. La liga italiana es muy competitiva y tendré que adaptar mi juego a ella. Sé que los rivales me van a exigir al máximo, y sería un grave error pensar que va a ser fácil. Todo lo contrario”.

Esa misma mentalidad lo ha acompañado toda su carrera y le ha permitido ganar prácticamente todos campeonatos que ha disputado a nivel de clubes: las ligas francesa, española y mexicana y la Liga de Campeones de Europa. ¿Puede soñar con el scudetto pese a jugar con un equipo pequeño? “Cuando llegué al León, el equipo acababa de ascender. Nadie esperaba mucho y fuimos campeones dos veces seguidas. ¿Por qué no hacerlo de nuevo? El desafío es el mismo”, señala con seguridad.

Palabras de un capitán. El mismo que brilló con luz propia en el Tri en Brasil 2014, y que piensa seguirlo haciendo para club y selección. “Ya lo dije, mientras esté en buen nivel estaré listo para apoyar a México. Cada vez que me llamen, ahí estaré”.

Nueva vida, misma mística. Y cuando un jugador que lo ha ganado todo a los 35 años afirma algo así con la misma firmeza de un joven, más vale tomarlo en serio. (Fuente: FIFA.com)