Vicente Fernández, en gira del adiós

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ESPECTACULOS

PAG 24Un diario estadounidense lo llegó a comparar como el “Frank Sinatra de la música ranchera” y después de ser la voz icónica de este género musical por más de 40 años, los aplausos mantienen arriba del escenario a Vicente Fernández a pesar de estar en su gira del adiós, que este miércoles llega a la Ciudad de México.

Fernández es heredero de esa corona de ídolo de la música vernácula mexicana que antes habían ostentado cantantes de la talla de Jorge Negrete, Pedro Infante y Javier Solís. Y aunque estos tuvieron un corto y trágico reinado, Fernández lo ha mantenido por décadas.

En los siglos 20 y 21 la música ranchera se ha consagrado como una de las esencias de México, al ser un género que “idealiza la vida del campo y describe desgarradoras historias de amor y rompimientos de emoción sin límites”.

Entender el éxito de esta leyenda musical radica en el arraigo profundo en el público mexicano que tiene el sentimiento ranchero —que trascendió fronteras. “Su don para utilizar su voz para rogar, para vituperar, para exaltar y para desnudar su alma no tiene comparación”, se lee en su página oficial.

El charro de Huetitán —en referencia a su lugar de nacimiento en Huetitán El Alto, Jalisco— siempre apunta a una anécdota de su infancia, cuando iba con su madre al cine a ver películas de Pedro Infante y decía “cuando yo crezca voy a ser como ellos”.

La repentina muerte de Javier Solís en 1966, cuando tenía 34 años, se convirtió en un golpe de suerte para Fernández, quien tenía 26 años y al que las disqueras que primero lo habían rechazado comenzaron a buscarlo.

Fernández tiene esa capacidad que el estilo ranchero posee y que Carlos Monsiváis describía en su libro Amor perdido como la idea de “cuando la gente gozaba y sufría (en medio de la naturaleza) pasiones en serio, impulsos propios de la vida al aire libre sin adornos o recatamientos, fulgores como el despecho, la venganza, la confesión de abandono, el espectáculo en un acto de capricho o la depresión”.

Y al igual que sus dos antecesores Pedro Infante y Javier Solís, y al estilo de la canción de José Alfredo Jiménez, es su orgullo haber nacido en el “barrio más humilde”. Chente se ganaba la vida trabajando como lavaplatos o como albañil, entre otros empleos, pero encontró en la música su vocación, tras tocar puertas para ser escuchado.

Según un estudio realizado por Gabinete de Comunicación Estratégica en 2011, Vicente Fernández es el cantante por quien más orgullo sienten los mexicanos.

En más de 45 años, Fernández ha logrado vender más de 65 millones de discos. Entre sus compositores destaca José Alfredo Jiménez (El Rey), Fernando Z. Maldonado (Volver volver), José Ángel Espinoza Ferrusquilla (La ley del monte), Jorge Macías (Lástima que seas ajena), Federico Méndez (De qué manera te olvido), y recientemente Joan Sebastian (Para siempre).

“Siempre he dicho que no hay grandes compositores, sino grandes canciones”, una frase que constantemente repite Vicente Fernández quien también ha destacado en la faceta de autor con más de 20 temas, según registra la Sociedad de Autores y Compositores de México. A escondidas, Las llaves de mi alma, Nomás dejé de quererte, son algunas de sus composiciones.

“Y nunca he dicho que soy compositor. Es un trabajo muy difícil, sin embargo, algunas ideas e inspiraciones me han llegado y cuando eso sucede, corro a tomar una pluma y escribir unas cuantas frases”, señala Fernandez citado por su sitio web.

En 2012, el cantante anunció su retiro de los escenarios con una gira del adiós por Europa, Sudamérica y Estados Unidos, señalando que “un artista necesita retirarse con mucha dignidad, en el mero momento, y yo creo que en este año voy a despedirme de todos ustedes”.

Pero esa despedida ha durado dos años, en parte por una cirugía a la que fue sometido para extirparle un tumor canceroso en el hígado y una trombosis pulmonar. (Fuente: CNNMéxico)