WASHINGTON
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró este jueves 6 de noviembre que antes de fin de año tomará medidas ejecutivas para llevar hacia delante la esperada y aplazada reforma migratoria.
“Antes de fin de año voy a hacer lo que tenga que hacer para hacer que funcione nuestro sistema”, dijo Obama, dispuesto a que sus medidas ejecutivas como presidente queden superadas si finalmente el Congreso, ahora con total mayoría republicana, aprueba una amplia reforma.
“Quiero ver si los republicanos quieren una ley, estoy ansioso por ver qué hacen, pero no voy a esperar más, ya he mostrado mucha paciencia buscando una solución bipartidista”, agregó.
“He pretendido que el Congreso aprobara una amplia reforma migratoria que refuerce nuestras fronteras y que dé la oportunidad a la gente que lleva mucho tiempo viviendo aquí, que tiene hijos, pero que no tiene papeles, para que pague sus impuestos y haya un proceso para que sean legales”, dijo Obama tras las elecciones legislativas del martes 4 de noviembre.
La reforma migratoria es una de las grandes promesas incumplidas de Obama. Los republicanos se negaron en junio a poner fecha para el voto en la Cámara de Representantes de la reforma aprobada por el Senado en junio de 2013 con votos bipartistas.
“Esa ley era buena, no perfecta, no era lo que yo quería, pero era inteligente, mejoraba nuestro sistema migratorio y también nuestra economía”, señaló hoy Obama sobre una reforma largamente esperada sobre todo por la minoría latina.
Tras el fracaso, el presidente prometió a la comunidad latina que actuaría por decreto después del verano (boreal). Pero finalmente, Obama retrasó la medida a final de año, presionado por los estrategas demócratas que temían que iban a perder el Senado si actuaba por su cuenta solo antes de los comicios.
Después de los recientes comicios, los republicanos gozan ahora de la mayoría en ambas cámaras, por lo que no tendrán excusas para no actuar.
Obama es consciente de que cualquier decreto que anuncie será una medida temporal a la espera de que el Congreso apruebe la reforma migratoria.
Aunque el presidente está determinado a anunciar sus acciones ejecutivas antes de final de año, se mostró dispuesto “a ver lo que tienen que ofrecer” los líderes republicanos.
El presidente dijo que hará todo lo que esté en su mano para conseguirlo y que “intentará cosas diferentes” para ver si logra arrancar un acuerdo a los republicanos, desde tomarse un bourbon de Kentucky con el senador Mitch McConnell a dejarse ganar al golf por el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, bromeó Obama.
Los republicanos se oponen con firmeza a que Obama actúe por su cuenta sin el Congreso. “Creo que si el presidente decide hacer muchas cosas unilateralmente en inmigración será un gran error. Es un asunto que la mayoría de los republicanos quieren abordar de forma legislativa”, dijo el senador Mitch McConnell, que será el nuevo líder de la mayoría en el Senado.
“Decir ‘Si no hacen lo que quiero, lo hago por mi cuenta’ es como agitar una bandera roja delante de un toro”, dijo McConnell.
“Si el presidente actúa con audacia, unido a políticas proinmigrantes a nivel estatal y local, la mayoría de los inmigrantes indocumentados podrán llevar una vida razonablemente normal, sin miedo a la deportación, y todo ello sin necesidad de que actúe el Congreso”, razona America’s Voice, uno de los grupos más activos en el movimiento migratorio.
El mandatario, sin embargo, sigue sin revelar qué pasos piensa dar, y no aclara siquiera qué le ha recomendado su secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, al que ordenó revisar la política de deportaciones.
Analistas consideran que lo más probable es que giren en torno a DACA, la exitosa acción diferida que ordenó en 2012 —justo antes de las elecciones en donde salió reelegido— y que ha beneficiado a algo más de medio millón de jóvenes indocumentados. (Con datos de El País)