DEPORTES
Para el observador accidental, lo ocurrido en la Amsterdam Arena el 12 de noviembre no tiene nada de particular. Después de marcar un golazo a Países Bajos, el delantero mexicano corre a la banda tocando el escudo de la camiseta y celebra con los brazos abiertos, antes de ser engullido por los abrazos de sus compañeros. Más tarde, su técnico no escatima en elogios: “Mostró su calidad, es un jugador muy importante y nos va a ayudar a conseguir los títulos que buscamos”.
Todo de lo más normal… Sin embargo, esa noche en la capital holandesa puso el punto final a una de las historias más apasionantes de los últimos años en el futbol mexicano. Una que lo convulsionó hasta los cimientos, que enfrentó a aficionados y periodistas en dos bandos durante más de tres años… Su protagonista era ese goleador: Carlos Vela.
Vela jugó un partido ante Venezuela en 2011 pero no fue convocado a la Copa Oro de ese año por el técnico José Manuel de la Torre, por razones futbolísticas. El delantero atravesaba, quizá, las horas más bajas de su carrera: suplente habitual en el Arsenal y olvidado por su selección. En poco tiempo, cambió la ecuación.
Ese mes de agosto, el mexicano firmó con la Real Sociedad de la primera división española. Con la confianza de sus técnicos, poco a poco recuperó su idilio con el balón. 47 goles en tres años en San Sebastián lo consolidaron como uno de los mejores delanteros de la Liga. Sus brotes de genio y capacidad frente al marco le valieron la admiración de uno de los torneos más competitivos del mundo.
La selección llamó a su puerta. Sin embargo, el delantero no respondió; quizá dolido por el trato recibido, tal vez únicamente concentrado en revitalizar su carrera.
Cuanto más aumentaba su protagonismo en su club, más fuertes eran las voces que pedían, exigían o rogaban su regreso con el Tri.
México quedó dividido por la ausencia de su estrella. Algunos lo consideraban un “traidor a la patria”. Otros culpaban a los dirigentes. Unos más opinaban que hacía bien en concentrarse en su club… Carlos calló. Ninguno de los cuatro seleccionadores que ocuparon el puesto desde su último partido consiguieron vestirlo de verde nuevamente.
REGRESO Y REDENCIÓN
El actual entrenador del Tri, Miguel Herrera, embelesado por las cualidades de Vela, nunca cejó en su empeño de hacerlo volver. Ni después de que el delantero declinase en una reunión personal ir a Brasil 2014.
En noviembre, luego de más de tres años de ausencia, su nombre volvía a figurar en una convocatoria para dos amistosos con Holanda y Bielorrusia. Sin explicaciones ni discursos, Carlos volvió. Si en medio del misterio empezó todo, de la misma manera la novela se acercaba a su fin.
Su reencuentro con el Tri no pudo ser más espectacular. Al minuto 8 tomó la pelota fuera del área oranje y envió un disparo precioso. Un golazo que sellaba el regreso del hijo pródigo, y fue celebrado con júbilo por todos; el delantero por dejar el pasado atrás, los aficionados por poderlo ver al fin de verde y sus compañeros, porque jugadores así no aparecen todos los días.
Así lo explicó a FIFA.com el capitán azteca, Andrés Guardado, el primero en felicitar a Vela por su gol. “Sólo demostró lo buen jugador que es. Me da gusto por su situación en general, se ha hablado mucho, a veces sin saber las razones, pero lo importante es que aquí está la prueba de su talento”.
Vela selló su redención con otro regalo tras definir como los grandes una gran jugada iniciada por uno de sus amigos de la infancia, Javier “Chicharito” Hernández, que también compartió sus impresiones. “Lo hemos hecho toda la vida, desde que éramos niños en Chivas. Era momento de hacerlo otra vez. Del pasado no vale la pena hablar. Lo importante es lo que estamos viviendo”.
Fin de esta novela. Alivio para todos… bueno, casi. Si en Brasil 2014 México fue eliminado por Holanda, unos meses más tarde, y con su estrella de vuelta, venció 3-2 a la “Naranja Mecánica” en su feudo de Amsterdam. El Tri, con el ánimo y la artillería reforzados, sueña. Sus rivales no estarán muy tranquilos. (Con datos de FIFA.com)