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Walmart cede a los continuos ataques y protestas por su política de empleo de bajo coste, con el anuncio de un incremento del salario mínimo que paga a sus empleados. Lo hará en dos pasos. Empezará elevándolo en abril a nueve dólares por hora trabajada, 1,75 dólares más de los que paga ahora la cadena comercial en los contratos base. En febrero de 2016 se subirá a 10 dólares.
La corporación con sede en Arkansas es el mayor empleador privado de Estados Unidos y también la más odiada. La medida anunciada beneficiará a casi medio millón de empleados en el país, o una tercera parte de la plantilla. En paralelo, va a reforzar los programas de formación. El alza de sueldos se hace en pleno debate que lidera la Casa Blanca para conseguir elevar el salario mínimo, especialmente en el sector servicios.
El salario mínimo en EE UU está establecido a nivel federal a 7,25 dólares la hora trabajada. La última vez que se subió fue en 2009. Se estima que hay unos 3,3 millones de personas que ganan eso o incluso menos, porque hay excepciones a la regla como en el sector de la restauración. Son el 2,4% de la población empleada y dos terceras partes de ellos tienen un contrato parcial.
Por tanto, el paso de Walmart podría servir de ejemplo a otras grandes corporaciones como la cadena de restaurantes de comida rápida como McDonald´s para hacer algo similar. Doug McMillon, consejero delegado de Walmart, dice que los cambios que va a introducir en la contratación de personal buscar mejorar las oportunidades para escalar en el seno de la compañía.
Aunque la economía de EEUU crece con solidez y el mercado laboral está cerca de una situación de pleno empleo, el estancamiento de los solarios y la baja calidad de los contratos restan potencial a la expansión. La iniciativa de Walmart no se enmarca solo en un contexto económico. Sus bajos sueldos provocan que los empleados que forma busquen luego otros trabajos.
McMillon tomó las riendas de la mayor compañía del Fortune 500 hace justo un año. Es el quinto consejero delegado desde su creación y él mismo se pone como ejemplo de que se puede escalar hasta lo más alto en la pirámide corporativa. Empezó trabajado hace dos décadas para la cadena con un empleo de verano en un centro de distribución. (Con datos de EL PAIS/ Sandro Pozzi)