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El italiano Carlo Ancelotti es, ante todo, un entrenador ganador. Y ganador con los más grandes. Así lo demuestra su currículum: títulos importantes con AC Milán, Chelsea, PSG y Real Madrid. Al mando del conjunto español, de hecho, este ex mediocampista que disputó la Copa Mundial de la FIFA en 1990, conquistó la anhelada décima Liga de Campeones y la Copa Mundial de Clubes de la FIFA en Marruecos, en 2014.
Era inevitable que su nombre apareciera entre los finalistas a Entrenador Mundial de la FIFA el pasado 12 de enero en Zúrich. “Fue un reconocimiento al trabajo que hicimos, que hizo el Real Madrid a lo largo de todo el año. Un verdadero orgullo”, confesó a FIFA.com el técnico que a sus 55 años se define, además, como “un gran cocinero y cantante”.
En exclusiva, Ancelotti nos desveló además sus métodos, sus preferencias en el manejo de los futbolistas y compartió una cábala sobre un sueño con la selección azzurra.
Señor Ancelotti, mucho se habla de usted y su forma de trabajar pero… ¿quién es Carlo Ancelotti?
Soy un entrenador al que le gusta mucho su trabajo, que todavía se divierte, que busca mantener una buena relación y aproximación a sus jugadores. Alguien que busca con ellos conseguir los objetivos que demanda el club.
En un fútbol tan profesional como el actual, ¿es fácil o difícil divertirse con los futbolistas?
No es difícil. En mi carrera me he encontrado con los jugadores más serios y profesionales en los niveles más altos. Diría que cuanto más alto el nivel, más serios y profesionales. Así, todo se vuelve bastante simple, sobre todo en el Real Madrid. Aquí he encontrado un grupo de jugadores muy serio, muy motivado, que trabaja bien en equipo. Entre ellos tienen una gran relación y eso lo hace todo más sencillo.
Qué aspecto es más importante para Ancelotti: ¿el mental, el táctico o el técnico?
Creo que el aspecto mental es el más importante en este momento del fútbol. Tener motivado al grupo completo, incluso a los que no juegan, es fundamental. Luego también está el táctico, construir un equipo que pregone la idea de jugar en conjunto, como grupo, y luego convencer a los grandes jugadores de que tienen que poner sus cualidades propias a servicio del equipo.
Lo han llamado de clubes como AC Milán, Chelsea, PSG y ahora el Real Madrid, con la exigencia de ganar títulos. ¿Qué es lo más difícil cuando le llegan semejantes desafíos?
Lo más importante para un entrenador es la relación que puede construir con sus jugadores. Uno llega con su idea, pero luego son ellos los que tienen que expresarla dentro del campo. Si la relación es buena, la idea le llega más fácil al futbolista. Eso es lo más difícil. Luego sí, el Real Madrid tiene que ganar, el PSG tiene que ganar… pero es cierto que todo equipo tiene su objetivo: ya sea la permanencia o ganar la Copa de Europa. Por eso creo que en todos los niveles, los entrenadores enfrentan las mismas problemáticas.
Si tuviera que destacar un momento clave en la exitosa campaña de 2014, ¿cuál sería y por qué?
Creo que el duelo clave de nuestra temporada fue el de la Copa del Rey contra el Barcelona, en Valencia. Aunque el momento más bello ha sido, sin dudas, la final de la Liga de Campeones en Lisboa donde, después de tanto tiempo, logramos la Décima para el Real Madrid.
En esa final vencieron al Atlético de Madrid de Diego Simeone, también finalista a Entrenador del año. ¿Qué puede decirnos del argentino?
Ha hecho una temporada increíble. Con un equipo sin tantas credenciales pero gracias a su capacidad, a su determinación y carácter, quedó en lo más alto del torneo español. Afortunadamente no ganó la Liga de Campeones (ríe), pero le transmite esa fuerza de carácter a su equipo y eso le permitió llegar a la final.
El título europeo les llevó a disputar la Copa Mundial de Clubes en Marruecos. ¿Qué lugar ocupa esa conquista?
En Italia se dice “la ciliegia sulla torta” (NdeR: ‘La cereza del pastel’). El pastel ha sido la Liga de Campeones, y luego hemos ganado la cereza, que era el Mundial. Un trofeo importante que sólo se disputan los campeones de cada región. Diría que fue la corona de una temporada fantástica, obviamente la queríamos ganar.
En Argentina se destacó su gesto de ir a saludar uno por uno a los futbolistas de San Lorenzo después de la final. ¿Por qué llaman tanto la atención este tipo de actitudes?
No lo sé. En mi opinión, al menos en esta categoría de entrenadores, existe mucho respeto mutuo. A veces podemos tener distintas opiniones. Sobre todo durante un partido de fútbol pueden existir mucha tensión, nervios y algún malentendido, pero en general hay mucho respeto. Mi saludo se enmarcó en ese contexto.
Lo llevamos a otro terreno. ¿Cómo definiría a Cristiano Ronaldo?
Muchos se llevarían una gran sorpresa con él. Lo he dicho muchas veces, es un jugador que tiene una seriedad y una profesionalidad única a este nivel. Ha nacido con un talento extraordinario, pero ese talento lo exprime y lo trabaja gracias a una seriedad que he encontrado en pocos futbolistas.
En su momento dijo que Zinedine Zidane era el futbolista que más lo divertía. ¿Qué lugar ocupa Cristiano?
¡Sí! (ríe) Zidane era el jugador que más me divertía en los entrenamientos. Pero Ronaldo es el que más me divierte en los partidos. ¡Marca prácticamente en todos los encuentros!
Para despedirnos, nos preguntamos en voz alta: ¿veremos alguna vez a Ancelotti en la Squadra Azzurra?
Me gustaría… (piensa). En Italia hay una historia: jugamos la final de la Copa del Mundo cada doce años. Nos tocó en el 70, en el 82, en el 90 y en el 2006. De seguir así, la próxima final será en 2018, aunque creo que estará (Antonio) Conte. Y luego también tenemos otra historia: jugamos la final cada doce años, pero la ganamos sólo cada veinticuatro. Nos tocó en 1982 y en 2006. Por lo tanto, la próxima que ganará Italia será en 2030. Tendré 71 años… aún tengo tiempo. (FUENTE: FIFA.com)