DEPORTES
Patrick Willis, el apoyador de los 49ers de San Francisco, no está seguro de qué va a hacer ahora, pero sabe que no jugará otro partido en la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL). Aunque los aficionados de todo el mundo ruegan que el hombre de 30 años y siete veces jugador del Pro Bowl no se retire, Willis dijo que sus molestas lesiones y su deseo de llevar una vida feliz son las razones por las que se retiró.
“No me arrepiento”, dijo Willis entre lágrimas en la conferencia de prensa que dio esta semana. “Le di a este deporte todo lo que tenía y me siento verdaderamente bendecido… Honestamente, les pongo atención a los hombres que han terminado de jugar, caminan como si no tuvieran cadera y no pueden jugar con sus hijos. Apenas pueden caminar. La gente los ve y siente lástima”, dijo Willis. “Pero no se dan cuenta de que se debe a que jugaron unos cuantos años de más”.
Willis, quien tiene un título en Criminología en la Universidad Ole Miss, es un hombre sabio. Aunque muchos de los aficionados al deporte están sorprendidos de que un hombre que tuvo la suerte de jugar en la NFL simplemente se retire de la fama y la riqueza, me parece que Willis tiene bien claras sus prioridades. Es refrescante.
Willis no es el único. En una época del año en la que la mayoría de los aficionados están inmersos en los rumores de intercambio y en las maniobras de los agentes libres, otros jugadores de alto perfil han decidido colgar los tenis. Lo sorprendente es lo jóvenes que son:
A sus 27 años, el apoyador de los Acereros, Jason Worilds, entró al loco mundo de los agentes libres; estaba seguro de que muchos equipos lo buscarían. Parecía que estaba a punto de lograr un lucrativo contrato, pero en vez de eso, se retiró del deporte.
A diferencia de Willis, Worilds no había sufrido por las lesiones, al menos todavía no. Solo se había perdido un partido en las tres temporadas anteriores. Entonces ¿por qué se fue? Quiere hacer otras cosas, dijo.
El mariscal de campo de los Titanes de Tennessee, Joe Locker, anunció también su retiro tras apenas cuatro temporadas. Otro jugador del Pro Bowl que ha sufrido por las lesiones, el corredor Maurice Jones-Drew, de 29 años, salió de Oakland la semana pasada. Duró nueve años. MJD es joven, inteligente y carismático y los aficionados lo adoraban, pero, al igual que muchos otros jugadores de élite, lo afectaron las lesiones.
Jones-Drew, con quien trabajé mucho cuando empezó a jugar en la liga, es un tipo inteligente y afable. Cuando lo conocí, me quedó claro que tenía el talento suficiente como para triunfar en cualquier cosa que se propusiera.
“El futbol ha sido parte central de mi vida durante los pasados 24 años”, escribió Jones-Drew cuando anunció su retiro en Twitter. “Pero ahora estoy emocionado y ansiando iniciar el siguiente capítulo de mi vida”.
¿Quién sabe? Tal vez MJD es el próximo Michael Strahan, cuya salida triunfante de los Gigantes de Nueva York inspiró a tantos jugadores jóvenes. El camino que Strahan tomó ha animada otros a valorarse más allá del futbol. Todas las temporadas, recibo llamadas de jugadores que quieren que les ayude a encontrar una carrera después del futbol. “¿Cómo hago lo que Mike hizo?, eso es lo que quiero hacer”, dicen.
Strahan, a quien alguna vez llamaron el amo de las tacleadas, se ha transformado en un personaje tan entrañable en la televisión diurna que pensarías que nació para ser conductor de Live With Kelly & Michael, el programa de la cadena ABC. Pero tuvo que decidir cuándo dejar el deporte antes de que se llevara lo mejor de sí. Le tomó 15 años. Nunca olvidaré lo lastimado que Strahan lucía una mañana, cuando un equipo de ESPN llegó a su casa para hacer un reportaje sobre su vida cotidiana. Esa mañana estaba golpeado y todavía ensangrentado, apenas podía levantarse de la cama.
Así que tal vez haya otra salida para los jugadores jóvenes que ahora tienen más información sobre los peligros del deporte. Tal vez todos los debates sobre el lado feo del futbol (las conmociones cerebrales, las lesiones cerebrales, la depresión y los suicidios) han sido para bien, después de todo. (Fuente: Fuente: CNN/ Roxanne Jones)