DEPORTES
Suárez marcó dos goles y se ha llevado toda la reputación en el partido celebrado este 24 de febrero, donde los adjetivos y reconocimientos de la prensa han ensalzado la gloria que le corresponde a un jugador que necesitaba una noche como la de Manchester para enmarcar, y que le sirva para dinamizar su condición de goleador, a la baja desde que aterrizó en Barcelona.
A pesar de que su falta de gol ha generado algún debate, aunque sin demasiados sobresaltos ni crispación en el entorno, Luis Suárez sigue siendo un jugador respetadísimo en Barcelona debido a que la falta de acierto se ha complementado con un trabajo de brega para asistir a sus compañeros y trabajar para su equipo.
Si bien en algún partido se le ha podido subrayar una puntería desafinada, a Luis Suárez nunca se le ha cuestionado su tesón y entrega y las ganas con las que va a cada pelota y en cada jugada. Ha resultado un ariete que se ha complementado a las mil maravillas con Neymar y Messi, a los que ha asistido en numerosas ocasiones para anotar goles en azulgrana.
La gran noche del uruguayo ha allanado el camino del Barcelona para acercarse sin tantos sobresaltos a los cuartos de final. Igual que aconteció la temporada pasada, el Manchester City no ha confirmado contra los azulgrana el aura que le ha acompañado estos últimos años, de equipo en alza que algún día dará un salto de calidad en Europa.
Si no da un golpe de timón a su fútbol y a su suerte en Barcelona en la vuelta, no se espera que el City pueda superar su techo en Europa, fijado en los octavos de final de la Liga de Campeones. Con la recuperación del imprescindible Yaya Touré quizá pueda contar con más opciones ofensivas, pero, igual que la temporada anterior, el Barça ha sabido desmontar al grupo de Pellegrini, como anoche volvió a suceder.
La fiesta le pudo haber salido mejor al equipo de Luis Enrique Martínez, pero en la última acción del partido Messi falló un penalti y el remate de cabeza posterior.
Mientras Suárez se ha llevado la gloria por los goles, a Messi le acompañó la pesadumbre al final del choque y una cámara sobre el césped que le acompañó para subrayar este instante hasta que se perdió por la entrada hacia los vestuarios, recogiendo el pesar del argentino por el doble error en el penalti (ha fallado ya tres esta temporada), como si no hubiese tenido motivos para alegrarse de que, una vez más, su prolífico trabajo condujo a su equipo a la victoria.