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El gran planteamiento del Barcelona, sumado a las ausencias del PSG, prácticamente sentenciaron el pase del equipo blaugrana a las semifinales de la Champions League. PSG partía como el equipo no favorito en la eliminatoria pero la diferencia entre ambos equipos fue abrumadora.
Luis Enrique salió con el tradicional 4-3-3 con Neymar, Messi y Luis Suárez en la delantera.
Por su parte Laurent Blanc eligió una formación similar con Marquinhos en la central en lugar de David Luiz y Gregory van der Wiel en la lateral derecha.
En el lugar de Marco Verratti jugó el joven Rabiot y Javier Pastore jugó como extremo permitiendo a Edinson Cavani jugar como centro delantero en lugar de Zlatan Ibrahimovic.
Poco duró la tranquilidad en el conjunto parisino pues antes de los 20 minutos una gran asistencia de Lionel Messi entre los defensas dejó completamente solo a un Neymar, que de manera característica cruzó el balón inatajable para el portero Salvatore Sirigu y comenzó la fiesta blaugrana.
Laurent Blanc tuvo que realizar un cambio temprano, pues tras el gol el capitán Thiago Silva se lesionó y dio ingreso a David Luiz, quien tuvo una noche para el olvido.
Luiz venía de una lesión y era duda para el partido. Eso quedó en evidencia pues fue incapaz de controlar los embates de un Barcelona que sobre todo en el primer tiempo jugó a placer en campo del rival.
Luis Enrique tuvo que recomponer su formación apenas en los primeros minutos del partido tras la lesión de Andrés Iniesta, que abandonó el campo en camilla y entró el capitán Xavi Hernández.
Busquets y Rakitic se encargaron de las funciones de recuperación mientras Xavi se encargaba de la generación de juego. Después entro Mathieu por el croata y ahora Mascherano asumía un puesto en el medio campo del equipo blaugrana. Inteligente decisión de Luis Enrique, fue el argentino quien dio el pase a Luis Suárez para que el uruguayo concretara de manera espectacular (y tras un caño a Luiz) el tercer gol del Barcelona.
Blanc no tuvo capacidad de respuesta. En el minuto 65 sacó al joven Rabiot para ingresar a Lucas Moura. El brasileño intentó generar algunas oportunidades e incluso el PSG logró ser ofensivo por momentos pero no pudo dejar atrás la inconsistencia.
Edinson Cavani tuvo un par de oportunidades pero la defensa blaugrana y una atajada monumental de ter Stegen impidieron el gol del uruguayo.
Ezequiel Lavezzi no logró hacerse pesar y prácticamente dejó en Pastore y Cavani el ataque del PSG.
Barcelona se mostró cómodo en el campo del PSG. El equipo de Luis Enrique hizo lo que mejor sabe hacer, controlar el balón y evitar que el rival tenga capacidad de reacción.
Luis Suárez tuvo una noche inolvidable. Dos goles anotó el delantero uruguayo que mostró una gran versatilidad ofensiva, el primero con base en potencia y técnica, mientras para el segundo se valió de la picardía y la colocación.
El PSG sufrió mucho ausencias importantes, sobre todo la de Marco Verratti ya que el cuadro parisino se vio falto de inteligencia e ideas en la generación de jugadas. 62% de posesión tuvo el Barcelona y once tiros al arco.
El equipo de Luis Enrique dio un paso muy importante en la búsqueda de las semifinales de Champions League ante un PSG que no logró mostrar la contundencia que lo ha caracterizado en los partidos anteriores.
Ahora el cuadro dirigido por Laurent Blanc deberá salir al Camp Nou obligado a marcar al menos tres goles y no recibir alguno, algo que luce muy complicado.
PSG contará con Verratti y Zlatan para el partido de vuelta, pero la ventaja que consiguió el Barcelona en Francia parece definitiva.