EL SALVADOR
Pandillas salvadoreñas calificadas como grupos terroristas
Tomado de Contrapunto, por Bryan Avelar
Diputados de los partidos ARENA, FMLN y PCN concuerdan en que el fenómeno de las pandillas ha dado un salto en los últimos meses, pasando de ser grupos delictivos armados a convertirse en terroristas; esto bajo la premisa de que ya no buscan solamente controlar barrios o colonias, sino causar daños generalizados con la intención de infundir terror.
El primero en señalar con el nombre de terroristas a las pandillas es el diputado Rodrigo Ávila, miembro del partido ARENA y exdirector de la Policía Nacional Civil. Ávila se basa en el ataque cometido por supuestos pandilleros que ametrallaron la fachada de uno de los talleres de la Policía Nacional Civil (PNC), en el barrio San Esteban, al final del bulevar Venezuela, donde un mecánico murió y un policía resultó con lesiones.
“Este ataque lo que buscaba era asesinar a cuanta gente encontraran al interior del taller. Ese es un acto terrorista. Esa no es una respuesta violenta que los delincuentes dan en un enfrentamiento. No. Es un acto preconcebido, planeado, de atacar para matar a policías. Eso es, técnicamente y por definición, un acto de terrorismo”, enfatiza Ávila.
Asimismo, el diputado y exguerrillero del FMLN, Misael Mejía, acepta que desde que las pandillas se volcaron a poner en la mirilla a agentes de la PNC y la Fuerza Armada, el objetivo, sea cual fuere el anterior, cambió al de infundir terror en la población.
“Yo no titubearía en decir que es correcto llamar a estos actos como actos terroristas. Es decir, toda una planificación, hay toda una utilización de recursos, hay vínculos con el crimen organizado, pero esto no es nuevo, lo que le da un salto es la decisión de atacar a las autoridades”, explicó el diputado Mejía, quien también forma parte de la comisión de Seguridad Pública y Combate a la Narcoactividad.
De igual manera, el diputado del PCN, José Antonio Almendáriz, también miembro de la comisión de Seguridad Pública, quien además considera que la escalada de ataques entre las pandillas y el bloque PNC-Fuerza Armada es una guerra.
“Los blancos de las pandillas ya no son ellos mismos o la pandilla contraria, ahora son los agentes de la PNC, los efectivos de la Fuerza Armada y la población en general. Entonces, estos ya no son simples actos delincuenciales, ni tan siquiera es crimen organizado, sino que estos ya son actos de terrorismo”, dijo Almendáriz.
Para el ex coronel y diputado del PCN, la solución a la problemática de las pandillas no es continuar creando o reformando leyes, sino aplicar las ya establecidas como la Ley Especial Contra Actos de Terrorismo que establece la toma de territorios por la vía armada como actos terroristas.
Los ataques en contra de los agentes de seguridad pública y miembros de la Fuerza Armada se han intensificado desde los primero meses del año, y hasta la fecha ya se contabilizan 33 policías asesinados y 13 soldados también víctimas de las pandillas. Para el año pasado, la cifra total de policías asesinados fue de 39, un número que ya se ve cerca si la tendencia sigue igual.
3 POLICIAS ASESINADOS EN MENOS DE 48 HORAS
La semana pasada, tres policías murieron en menos de 48 horas a causa de ataques provenientes de supuestos pandilleros, y el último hecho en que muerieron dos soldados se registró el pasado domingo 21 de junio cuando tres pandilleros del Barrio 18 dispararon a quemarropa contra los dos militares.
De acuerdo con información de la División Antiexplosivos de la PNC, nueve granadas han sido ocupadas en los ocho diferentes ataques contra puestos policiales registrados en los últimos cuatro meses, de las cuales la mayoría eran tipo M-67, de uso privativo de la Fuerza Armada, por lo que se supone pudieron haber sido extraídas de forma ilegal de los recintos de la institución castrense.
Las autoridades atribuyen estos ataques a una supuesta represalia de parte de las pandillas ante las nuevas políticas de seguridad que busca reprimir a los pandilleros y aislar a sus líderes en el penal de máxima seguridad, en Zacatecoluca.
ENTRENAMIENTO MILITAR
El fiscal del caso señaló que la táctica de ataque que utilizaron los criminales en ese hecho arroja indicios de que las pandillas están recibiendo entrenamiento militar por personas que participaron en la guerra civil de los años 80.
Sin embargo, el ministro de Defensa, general David Munguía Payés, aseguró que no han detectado una estrategia en específico que pueda hacer pensar que las pandillas están siendo entrenadas por ex guerrilleros o ex militares, aunque en otra ocasión fue él mismo quien reveló que existía esa posibilidad.
La PNC ha realizado varios operativos en los que clicas enteras han sido halladas monte adentro en algunas zonas rurales de El Salvador, lo que, según las autoridades, permite sospechar que se están entrenando en campamentos.
Ante estos hechos, tanto la Policía como el Ejército han tomado medidas de seguridad adicionales para minimizar los ataques, como bloquear las calles frente a los puestos policiales y el uso de cascos y chalecos antibalas para los soldados.
Estos ataques contra los agentes de seguridad se da en un contexto en el que la cifra de asesinatos a nivel nacional se ha duplicado de 10 a 20 en menos de tres meses, y solo en el mes de junio el promedio ronda los 24 al día.
Esta última escalada de violencia que enfrenta El Salvador surge luego de que el gobierno anunciara una serie de nuevas medidas en el combate a las pandillas, como el traslado de líderes de pandillas hacia el penal de máxima seguridad, en Zacatecoluca, un sistemático y permanente traslado de pandilleros hacia diferentes centros penales, y la creación de cuatro batallones especiales de reacción inmediata, tres de ellos conformados por elementos de la Fuerza Armada.
ACUARTELAMIENTO DE POLICÍAS
La Policía Nacional Civil (PNC) confirmó esta semana el acuartelamiento y suspensión total de licencias a todos sus agentes debido al alza de los atentados y asesinatos de agentes, provenientes de pandillas. Esta medida es anunciada en medio un alza de ataques entre pandilleros y policías que ya ha sido catalogada por analistas y políticos como una guerra.
La medida entra en vigor a partir el 1 de julio y no se ha establecido una fecha final, según explicaron fuentes policiales, aunque se espera que cese cuando los ataques desaparezcan. En las últimas semanas se ha reportado un incremento en los ataques contra los agentes, y solo en lo que va del año han sido asesinados 33 miembros de la PNC, de los cuales al menos 29 han caído a manos de supuestos pandilleros mientras gozaban de licencia.
El Salvador se ha convertido en uno de los países más violentos del mundo, según el último reporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y para finales de 2014, la tasa de homicidios era de casi siete veces lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera una epidemia.