COLORADO
Un jurado popular en el Estado de Colorado declaró este jueves 16 de julio culpable de varios cargos de asesinato en primer grado a James Holmes, el hombre de 27 años que en julio de 2012 mató a 12 personas en un sala de cine a las afueras de Denver mientras se proyectaba una película de Batman. El dictamen, que llega en el segundo día de deliberaciones y tras tres meses de juicio, abre la puerta a que Holmes sea condenado a pena de muerte.
La ley de Colorado establece que para ser considerado culpable debe demostrarse que el acusado tiene un estado mental sano. Holmes, natural de San Diego y licenciado en neurociencia, se había declarado no culpable alegando demencia.
La fiscalía esgrimió que el autor de la matanza debía ser condenado a pena de muerte por planear y llevar a cabo el ataque, cuando tenía 24 años, en que también resultaron heridas 70 personas que atendían el estreno a medianoche en una sala en Aurora de la cinta El caballero oscuro: la leyenda renace. Sin embargo, la defensa de Holmes alegó que no estaba bajo control de sus acciones porque sufre esquizofrenia y desde su adolescencia dice oír voces que le piden matar.
Al considerarlo culpable, se abre un período de sentencia, que puede alargarse un mes, en que el jurado determinará si Holmes debe ser ejecutado o condenado a cadena perpetua, pasando el resto de su vida entre rejas. La fiscalía y la defensa volverán a ofrecer sus argumentos. Un posible factor relevante es que las ejecuciones no son frecuentes en Colorado: la última tuvo lugar en 1997 y la anterior a esa en los años 60.
Los miembros del jurado -compuesto por nueve mujeres y tres hombres- escucharon en los últimos tres meses ambas versiones. Dos psiquiatras solicitados por el tribunal concluyeron que Holmes estaba demente, mientras dos psiquiatras de la defensa determinaron que estaba sano en el momento de la matanza. Si el jurado hubiese determinado que Holmes era demente, hubiese evitado seguro la pena de muerte para probablemente pasar el resto de su vida en un hospital mental.
Al ser detenido por la policía tras la matanza, Holmes les dijo que era el Joker, un villano de la saga de Batman, y que su apartamento estaba lleno de explosivos, que en ese momento ya habían sido desactivados por la policía.
Casi a la vez que perpetraba su matanza, Holmes activó la emisión de una música a todo volumen en su apartamento. En el interior, había 30 granadas dispuestas alrededor de 37 litros de gasolina y varias balas para provocar un incendio. La policía sospecha que su objetivo era que si alguien abría la puerta, detonaran los explosivos.
Durante las 11 semanas de juicio, más de 250 testigos retrataron el horror y la angustia que sufrieron cuando Holmes irrumpió en una sala de cine en Aurora, a las afueras de la ciudad de Denver (Colorado), durante el estreno de la película de Batman “The Dark Knight Rises” con una máscara de gas, guantes negros y cuatro armas.
Con un fusil de asalto, una escopeta y dos revólveres, Holmes llenó el cine de gas lacrimógeno y desató un tornado de disparos que convirtieron la película en una pesadilla, hasta que unos siete minutos después la policía consiguió detener al acusado fuera del cine.
En ese momento, según la policía de Aurora, el acusado se identificó como el Joker, el enemigo de Batman. Imitando lo que es un clásico en los cómics de Batman, Holmes convirtió su apartamento en una trampa mortal para quien se atreviera a entrar con un entramado de cables, detonadores y material explosivo, que hizo que los artificieros tardaran más de 24 horas en desarmar todo. (Con datos de El País)