DEPORTES
El Impact pasó dos años sin un solo partido con lleno total en el Stade Saputo. Estuvieron cerca en varias ocasiones, pero durante dos años, algunos boletos estaban aún disponibles. Hasta que esto sucedió:
La multitud en el aeropuerto por Drogba se volcó a las taquillas para conseguir boletos. En la semana rumbo al debut de Drogba el 22 de agosto frente al Philadelphia Union, los aficionados del Impact buscaron mediante redes sociales boletos de reventa. Por primera vez en dos años, la gente de Montreal sufría por la escasez de boletos disponibles para un partido de la MLS. El Stade Saputo vendió todas sus entradas.
Seis meses después de que el presidente del club Joey Saputo lamentara que la euforia por el equipo “ya no estuviera ahí”, el fichaje de Drogba ha revitalizado el interés de los fanáticos en el equipo local, cuatro meses después de que una campaña de subcampeón en la Champions League le ganara uno o dos fanáticos al club. Un seguidor incluso subió de rodillas los 283 escalones del Saint Joseph Oratory en Mount Royal para celebrar.
El Impact es nuevamente material de conversación entre café o cervezas. “Al principio, no tenía la fiebre del Impact”, dijo Louis, un radioescucha que contaba su historia vía telefónica el pasado viernes en la Radio 9 de Montreal. “Pero felicitaciones al Impact. La fiebre está. La euforia es grande. No pude conseguir boletos [para el partido del 22 de agosto], pero intentaré para el 5 de septiembre…esperemos un gol de Drogba”.
El pasado sábado, la chance de presenciar un gol de Drogba – que nunca llegó – desde cerca era una comodidad codiciada. Cuando las puertas del Stade Saputo se abrieron, 90 minutos antes del silbatazo inicial, los fanáticos se apresuraron para ganar lugar en admisión general entre las filas de enfrente justo a un lado de la barra de los Ultras Montreal, en la cabecera oeste.
A cinco minutos del medio tiempo, “Di-Dier Drog-ba” era el cántico que mostraba la impaciencia del público. Necesitaban ver a su nuevo Jugador Franquicia en acción. Cuando Drogba se quitó su casaca de suplente, a los 56 minutos, los fanáticos le brindaron una ovación de pie – y casi se pierden una chance clara de gol de C.J. Sapong.
Cuando Drogba finalmente ingresó al terreno de juego, en el minuto 59, el rugido era tan alto, dio una idea de lo que sería si algún día Montreal llegara a la final de la Copa MLS. Con Drogba a bordo, el interés por el equipo se ha disparado. (Fuente: futbolmls.com)