ECONOMIA
La economía de Estados Unidos sumó 173.000 ocupados durante el mes de agosto. Es una moderación destacada en la creación de empleo cuando se compara con los 245.000 registrados tanto en junio como julio, datos que se han revisado al alza. Además, está considerablemente por debajo a lo anticipado. Pero el paro se redujo dos décimas y se colocó en el 5,1%. Es la tasa de desempleo más baja desde abril de 2008 y a este nivel roza ya el pleno empleo, lo que podría justificar el alza de tipos de interés.
El dato es mixto y eso complica la decisión de la Reserva Federal. Wall Street lleva semanas buscando una señal clara para entender qué hará el equipo de Janet Yellen dentro de dos semanas. A mediados de julio, se daba prácticamente por hecho que la reunión del 16 y 17 de septiembre marcaría el momento simbólico del alza de tipos. Pero las dudas sobre la economía china y la volatilidad que siguió a la devaluación del yuan crearon incertidumbre.
La división que se observa entre los economistas de los grandes bancos de inversión sobre cuándo se debe adoptar ese primer paso hacia la normalización de la política monetaria es la misma que se palpa en el seno del banco central estadounidense. Por eso la evolución del empleo en agosto, y las revisiones de los dos meses precedentes, era clave a la hora de anticipar si la opción de la subida se mantiene o cae de momento de la mesa.
El consenso de mercado esperaba 217.000 nuevos ocupados el mes pasado y que la tasa de paro bajara una décima, al 5,2%. Con cualquier cifra que hubiera superado los 250.000 ocupados, la subida de tipos estaba prácticamente asegurada. Pero la combinación de dato publicado, que está sujeto a aún dos revisiones, no hace más que alimentar el debate porque hay elementos que juegan bien a favor y en contra de la subida de tipos.
La creación de empleo en agosto fue inferior a los 212.000 de media de los últimos ocho meses pero contrasta con un descenso en el paro mayor del esperado. Además, la mejora del desempleo se produjo por buenos motivos, ya que no está asociado a una contracción en la tasa de participación, que se mantuvo por tercer mes consecutivo en el 62,6%. Podría ser suficiente para justificar el alza este mes. Se da además la circunstancia que agosto es un mes muy volátil.
Aunque una tasa de paro del 5,1% se considera muy próxima técnicamente al pleno empleo, hay todavía ocho millones de personas sin trabajo. El 28% de ese total son de larga duración. A estos hay que sumar los 1,8 millones que están apartados del mercado laboral y 6,5 millones que siguen trabajando a tiempo parcial porque no tienen optación. Todo sumado, la tasa de subempleo es del 10,3%, en este caso es la más baja desde junio de 2008.
El Libro Beige de la Fed, la referencia más reciente sobre la marcha de la economía en Estados Unidos, certificó que la mayor parte de las regiones del país están experimentando sólidas tasas de crecimiento. Solo las zonas afectadas por el desplome del precio de la energía hacen de lastre en este momento. La previsión es que este rendimiento se mantenga los próximos meses aunque se anticipa que la creación de empleo será modesta.
Ese análisis, como refleja también el dato de empleo de agosto y se vio en el PIB del segundo trimestre, indicaba que se empieza a registrar presión del lado de los salarios, porque las empresas tienen cada vez más dificultad para ocupar las plazas vacantes. Es una de las señales que estaba esperando la Fed también para justificar el alza de tipos, para anticiparse a un repunte en la inflación. De momento, los bajos precios le permiten seguir siendo prudente. (Fuente: EL PAÍS, Sandro Pozzi)