EL EVANGELIO EN MARCHA
Sembrando Futuro
LAS PRUEBAS TE FORTALECEN
Por: Pastor Juan Arispe
Santiago 1:2-3 “Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, 3 pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia”.
Cada día, cuando nos enfrentamos al mundo, estamos expuestos a numerosas circunstancias, situaciones, pruebas; que quizás no queremos enfrentar y nos preguntamos. ¿Porque a mí?. Te voy a decir algo, si no tenemos pruebas, enfrentamientos, tribulaciones; no vamos a crecer y no vamos a experimentar la Gloria de Dios, sobre nuestras vidas.
Cada tribulación o pruebas, nos lleva a un nuevo nivel de FE. Quizás usted se preguntará, como voy a estar dichoso en medio de una enfermedad terminal, cuando no tengo trabajo, cuando mi hijo(a) está en problemas, en esas situaciones es cuando vemos la mano de Dios actuar y darnos la fortaleza que necesitamos. Nunca le preguntes a Dios: ¿porque a mí?, pregúntale: ¿Que quieres enseñarme?
A algunos creyentes les gusta aparentar que tienen una vida perfecta y libre de preocupaciones. Pero, en realidad, ser cristiano no siempre es fácil. De hecho, a veces enfrentaremos circunstancias que pondrán a prueba nuestra fe y capacidad de confiar en Dios.
1Pedro 4:12 “Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito”. En este versículo, Pedro se refiere a los tiempos de prueba como “fuego de prueba”. Dice que no debemos sorprendernos cuando se nos presente la adversidad. Es importante recordar que Dios tiene un propósito para nuestras pruebas, y que Él nos ayudará en cada paso del camino. Pero la pregunta es: ¿Cuál es ese propósito?
Primero, en algunas ocasiones el Padre celestial utilizará esas pruebas, tribulaciones y experiencias dolorosas para limpiar y purificar las vidas de sus hijos. Las pruebas nos llevan al Señor y nos hacen más capaces de ver las cosas desde su perspectiva y más conscientes de nuestro pecado.
Segundo, en otras ocasiones el Señor las permitirá como una forma de probar nuestra fe, paciencia o devoción a Él. Utilizará estas experiencias para revelar algo sobre nuestro desarrollo espiritual y para fortalecer nuestra fe.
Tercero, es posible que Dios use el sufrimiento para demostrar el poder que tiene para sostenernos. Esto anima a otros que han sido testigos del poder sustentador de Dios en nuestra vida. La palabra, dice: Que Dios no nos da cargas más pesadas que las que podamos soportar.
Finalmente, las dificultades fortalecen nuestro testimonio. En medio de nuestras luchas, podemos sentirnos abrumados y desanimados. Pero una vez que la tormenta ha pasado, podemos mirar atrás y ver la providencial mano del Señor llevándonos a través del camino. Esto fue lo que sucedió con los apóstoles cuando estaban en la barca con Jesús. Mateo 12: 22-34. Usted está ahora o en una tormenta, o saliendo de una, o a punto de entrar en otra.
Sin embargo, adoramos a un Dios misericordioso que nos bendice, especialmente en los períodos oscuros de la vida y nos conduce a puerto seguro. Recuerda que EL es el timonel de tu barco. El Señor bendice a sus hijos con una vía de escape en medio de las dificultades.
Él tiene todo el control de tus tormentas, y usará la prueba para llevar a cabo su propósito. Es posible que no lo entendamos, pero podemos confiar en que su mano nos guiará, y seremos bendecidos.
A veces, la razón y el provecho de una dificultad se hacen evidentes, mientras que en otros casos no. Dios te dará todo el potencial que necesitas para crecer. Las dificultades son ocasiones para aprender a confiar en Dios y para conocerlo más a fondo tanto a Él como su poder y su amor.
Recuerda, que también dice su palabra: Que siete veces se cae el justo y siete veces se levanta. Las pruebas, no son para que te quedes en el piso tirado, es para que te levantes, te sacudas el polvo y continúes más fuerte y preparado.
Dios no siempre impide que los creyentes experimentemos sufrimiento o desilusiones. Detener las tormentas puede ser nuestro objetivo, pero desde la perspectiva de Dios, la adversidad puede ser necesaria para que maduremos espiritualmente. No obstante, EL nos da su protección permaneciendo con nosotros en la lucha.
Después que recibimos a Jesús como nuestro Salvador, tenemos la promesa de que Dios morará en nosotros y de que nunca nos dejará. Es más, tenemos la seguridad de que nada podrá separarnos de su amor. Así pues, nuestro Dios siempre caminará contigo, no importando la situación, para darte su orientación y su verdad en la situación. Recuerda que Dios, dice: Yo estaré contigo hasta el último día de tu vida.
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