GUATEMALA
La cifra de fallecidos por el deslave de la semana pasada en Guatemala superó las 200 personas, informó el miércoles 7 de octubre la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastre. “Tenemos reportados 202 fallecidos, según cifras de la fiscalía”, dijo David de León, vocero de la Conred.
Las autoridades trabajan desde la noche del jueves de la semana pasada en recuperar los cuerpos en la comunidad de Cambray, del municipio de Santa Catarina Pinula, donde un cerro se desplomó y sepultó alrededor de 125 casas. Hay al menos 300 personas desaparecidas.
Familias enteras murieron en el lugar. Unas 280 personas están albergadas en escuelas habilitadas mientras se determina el futuro de la comunidad.
El presidente Alejandro Maldonado Aguirre dijo el miércoles que se ha conformado ya una comisión que iniciará los trabajos de reconstrucción del lugar. “Se ha tomado la decisión que el gobierno se hará cargo de reconstrucción de vivienda y lo hará directamente sin contrato ni adjudicaciones a empresas… con la cooperación de los ministerios de la Defensa y Comunicaciones y Obras Públicas… lo más pronto posible”, dijo Maldonado.
La tarde del miércoles los rescatistas lograron recuperar las medallas de reconocimiento y el uniforme del seleccionado de Squash Quani Bonilla, de 18 años quien vivía en el lugar y murió en el deslave.
Tras seis días de trabajo en el lugar, médicos particulares inyectaron vacunas antitetánicas a los socorristas para evitar cualquier contagio debido a que varios de ellos se han lastimado por los escombros que dejó el deslave.
La fiscalía guatemalteca anunció el inicio de una investigación para determinar la responsabilidad penal de quien haya autorizado la construcción de viviendas en el lugar. La Conred había advertido sobre el riesgo que corrían los habitantes y había recomendado el traslado de estas a otro lugar antes de que ocurriera la tragedia.
El gobierno guatemalteco ha dicho que no detendrá la búsqueda de los aún desaparecidos, mientras maquinarias trabajan en la zona extrayendo parte de los 3 millones de metros cúbicos que dejó el alud.
La zona ha sido declarada inhabitable, pero parte de la polémica es que lo es desde 2014. Autoridades municipales y federales disputan ahora la responsabilidad por el hecho. Según las autoridades hay 700 lugares de riesgo con condiciones similares a El Cambray II, 500 en la capital, Ciudad de Guatemala.
Tereso Maldonado, de 19 años, está devastado. En la tragedia perdió a dos hermanos y un sobrino. Al dolor se suma la desesperación: lleva días aguardando, sin que los cuerpos le sean devueltos para llevarlos hasta Escuintla, en el sur del país, de donde son originarios. “En esta espera estamos desde el domingo”, se lamenta.
En el cementerio, el jefe de sepultureros, Isaías Profeta Hernández, cuenta que en los últimos tres días han inhumado a 58 víctimas del deslave. “Trabajamos hasta 18 horas diarias. Todavía hay 60 nichos disponibles en el cementerio municipal y otros tantos en cementerios de aldeas limítrofes. Deben ser suficientes, porque muchas de las víctimas no son originarios de Santa Catarina y la familia se lleva los cuerpos hasta sus pueblos”
A pocos metros de la morgue, un grupo de psicólogos atiende a niños sobrevivientes, a quienes estimulan para que expresen sus sentimientos por medio de dibujos y otros juegos dirigidos. Esto, sin descuidarla atención para los mayores. “Lo más difícil para este grupo es el no saber de sus familiares, lo que los hace mantener la esperanza de encontrarlos con vida. Necesitan una certeza”, explica la psicóloga Dulce De León. “Aunque estén muertos, necesitan encontrar sus cuerpos”, añade. (Con datos de El País)