POLITICA
Hillary Clinton se mostró segura este martes 13 de octubre durante el primer debate del Partido Demócrata rumbo a la nominación para la elección presidencial de 2016, negando que haya cambiado de opinión a conveniencia en varios temas clave, e incluso criticó a su rival más cercano, Bernie Sanders, por no ser lo suficientemente duro en el tema del control de armas en Estados Unidos.
En un evento realizado en Las Vegas que buscaba aprovechar para solidificar su nominación demócrata, Clinton trató de recuperarse de un verano crítico en el que la controversia sobre el uso que le dio a su servidor privado de correo electrónico le generó ataques de opositores y golpeó su popularidad.
Junto a Clinton y Sanders participaron -en el debate organizado por CNN y transmitido por Facebook- el exgobernador de Rhode Island Lincon Chafee, el exsenador de Virginia Jim Webb y el exgobernador de Maryland Martin O’Malley.
LA EXPERIENCIA DE HILLARY
La política, única mujer en el evento, demostró ser buena al debatir, ya que mostró la experiencia ganada tras haber participado en 25 debates en la campaña presidencial de 2008. La exsecretaria de Estado dominó los argumentos inaugurales, esquivando preguntas sobre la profundidad de sus convicciones políticas e insistió en que es una política “progresiva” pese a las dudas de algunos militantes en su partido.
“He sido muy consistente”, expresó Clinton. “Durante mi vida, siempre he luchado por los mismos valores y principios, pero, como la mayoría de los humanos, incluyendo aquellos que aspiramos a llegar a la Casa Blanca, absorbo nueva información. Observo lo que está pasando en el mundo”.
Luego, Clinton criticó a su rival Sanders por su filosofía política. Sanders defendió su estatus de socialista democrático -como lo definió Clinton-, que de acuerdo con muchos comentaristas, lo pone muy a la izquierda de los liberales y por ende, sin posibilidades para ganar una elección general.
El senador de Vermont dijo que no quiere ser parte de la “economía del casino capitalista” estadounidense y criticó un sistema que según él, tiene al 10% de Estados Unidos con más riqueza que el 90% de la población.
El hombre argumentó que su visión en materia política es parecida a las naciones escandinavas con sistemas de salud pública fuertes y seguridad social firme.
Clinton replicó, “yo amo a Dinamarca”, pero argumentó que los políticos están contendiendo para la presidencia de Estados Unidos y que este tipo de políticas económicas no funcionarán en territorio estadounidense.
ARMAS
La exsecretaria de Estado también criticó a Sanders por su posición sobre las armas. Clinton cree que el político no ha sido lo suficientemente fuerte para regular el uso de armas de fuego en EU. “No, no lo ha sido”, dijo Clinton. “Esto ha ido muy lejos y es tiempo de que todo el país se vuelque contra la Asociación Nacional de Rifles (NRA, por sus siglas en inglés).
Pero Sanders le respondió a Clinton, asegurando que “podemos gritar pero no hará que se aplique lo que queremos”, refiriéndose a las restricciones sobre las armas de fuego.
Pese a los argumentos y críticas lanzadas, Sanders defendió a Clinton sobre la controversia que se ha presentado por los correos electrónicos que Clinton envió durante su estadía en la Secretaría de Estado de EU. “Los estadounidenses están cansados y enfermos de escuchar sobre tus malditos correos electrónicos”, dijo Sanders, ante lo que la audiencia aplaudió.
HILLARY CLINTON, LA FRANCA FAVORITA
Se acerca a los 68 años y muestra un expediente de prestigio: fue senadora por el estado de Nueva York y secretaria de Estado en el primer mandato de Barack Obama (quien la derrotó en las internas demócratas de 2008). Arrancó su campaña en abril de este año como favorita absoluta, y aunque encabeza todos los sondeos, ese favoritismo se diluyó, en parte a causa del escándalo por el uso de un servidor privado de correo electrónico cuando era secretaria de Estado. Se esperaba que Clinton utilizara el servicio de correo electrónico de la cancillería, sujeto a escrutinio judicial y legislativo, y el episodio alimentó la desconfianza de numerosos estadounidenses ante la posibilidad de llevar a otro Clinton a la Casa Blanca.
BERNIE SANDERS, LA GRAN SORPRESA
A los 74 años de edad, este senador independiente por el estado de Vermont, se definió como un “socialista democrático”, una etiqueta extraordinariamente rara en la escena política estadounidense. Con un cuarto de siglo de experiencia como legislador, Sanders arrastra enormes multitudes con sus discursos, en especial a los más jóvenes y aquellos que buscan un gobierno más firme con los excesos de Wall Street o más eficiente en la lucha contra la creciente desigualdad económica en el país. Sanders, quien como senador votó contra la intervención estadounidense en Iraq en 2002, nunca cesa de recordarle a Clinton que ella, quien también era senadora en aquel momento, apoyó la propuesta del entonces presidente George W. Bush. Crece lenta pero constantemente en los sondeos y amenaza a Clinton en varios estados.
MARTIN O’MALLEY, EL NUEVO ROSTRO
A los 52 años de edad, el actual gobernador del estado de Maryland es el más joven de los aspirantes demócratas en campaña. Activo líder de una banda de rock de corte irlandés (es el vocalista y además toca la guitarra y el banjo), O’Malley impulsó e introdujo en Maryland algunas de las más avanzadas leyes en beneficio de inmigrantes ilegales, quienes incluso pueden tramitar su licencia de conducir. Firme opositor a la pena de muerte, favorable a un rígido control de armas y al casamiento entre personas del mismo sexo, O’Malley no mide palabras para criticar a Clinton, en especial por sus constantes cambios de opinión. En las encuestas aparece siempre con menos de 3% de las intenciones de voto.
JIM WEBB, EL MILITAR
A los 69 años, Webb representa el ala más conservadora del Partido Demócrata. Un condecorado exmarine, Webb fue senador por el estado de Virginia y fue secretario de la Marina durante el gobierno de Ronald Reagan. Se opuso a la intervención estadounidense en Iraq, y es recordado por un breve pero áspero diálogo que mantuvo con el entonces presidente George W. Bush durante una ceremonia en la Casa Blanca a causa del conflicto iraquí. En todos los sondeos aparece con 0% de apoyos.
LINCOLN CHAFEE, EL CONVERTIDO
Chafee, de 62 años, comenzó su vida política en el opositor Partido Republicano, antes de pasarse al Demócrata hace dos años. Exsenador y exgobernador del pequeño estado de Rhode Island, es casi desconocido a nivel nacional. Espera poder usar el debate para salir de su actual nivel de 0% en los sondeos. (Con datos de CNN)