FAMILIA
El Papa dice ‘no’ al celular en la mesa
El pontífice pidió que las familias guarden sus celulares y tabletas para que dialoguen entre ellos a la hora de la comida
El papa Francisco criticó la moda que se ha impuesto en muchos países de utilizar el “móvil” en la mesa de comer y animó a las familias a “recuperar la convivencia”, durante la audiencia general de este miércoles 11 de noviembre.
“Cuando los hijos están a la mesa pegados al celular o a la tableta, y no se escuchan entre ellos, eso no es una familia. ¡Es una pensión!”, lamentó el papa ante los miles de peregrinos que asistían a la audiencia.
“Una familia que no come unida, o que cuando lo hace no dialoga, o está con su televisor, con su celular, es una familia poco familiar…”, agregó.
Francisco pidió que se “recupere” la “convivencia familiar” ante todo. “Si en una familia hay algo que no va o tiene alguna herida oculta, en la mesa se nota enseguida”, comentó.
El papa habló de la familia cristiana y citó la “cena donde Jesús entregó a sus discípulos su testamento espiritual, e instituyó la eucaristía”.
“Hoy, muchos contextos sociales ponen obstáculos a la convivencia familiar. Hoy no es fácil. Debemos intentar el modo de recuperar. En la mesa se habla, se escucha, que nunca haya silencio, el silencio que no es el de los monjes, ni el del egoísmo, el de cada uno a la suya… y no se habla, no. Nunca el silencio. Recuperemos la convivencia familiar, adaptándola a los tiempos”, dijo.
Al respecto, el papa quiso explicar que el sentarse a la mesa y el “nutrirse” no es siempre “el símbolo de una justa división de los bienes, capaz de llegar a quien no tiene ni paz ni afecto”.
Criticó a los países ricos que “tienden a un nutrición excesiva” y esto hace que se olviden de lo que es “el hambre verdadero”.
Hizo notar que la publicidad “nos hace tener siempre hambre de bollos y dulces” mientras “tantos, demasiados hermanos se quedan sin sentarse a la mesa” y exclamó: “Esto es una vergüenza”.
Por ello, en el saludo final a los fieles, pidió que “cada familia participando en la Eucaristía, se abra al amor de Dios y del prójimo, especialmente para con quienes carecen de pan y de afecto y que el próximo Jubileo de la Misericordia nos haga ver la belleza del compartir”