ECONOMIA
El alza de tipos de interés es inevitable en Estados Unidos y las actas publicadas de la última reunión apuntan a que las condiciones para que eso suceda podrían cumplirse ya en el encuentro del 16 de diciembre. Una buena mayoría de los miembros de la Reserva Federal considera que sería lo “apropiado” y que de no hacerlo, se mandaría un mensaje de falta de confianza. La decisión, en todo caso, no está adoptada y estará vinculada a la evolución de los datos.
La discusión interna se concentró en determinar dónde está el punto de equilibrio. Cada vez son más los miembros que ven que se está desplazando de la zona cero, aunque no mucho. Eso les obliga, sin embargo, a que la decisión que se haga esté muy medida para poder preservar ese equilibrio y evitar un efecto negativo en la economía. Por esa razón se está haciendo una intensa labor de comunicación para preparar al mercado antes esa eventualidad.
Es decir, se considera que la economía podría aguantar el primer alza de tipos, que en cualquier caso sería un gesto simbólico. Pero el momento no termina de ser el ideal para la Fed. Esa es la percepción que tiene Wall Street a un mes de la próxima reunión del banco central. Impresión que se ve alimentada por el eventual impacto de la masacre terrorista en París y que podría llevar al equipo que preside Janet Yellen a reconsiderar el alza hasta 2016.
El acta del encuentro celebrado hace tres semanas, anterior por tanto a los atentados, califica el ritmo de crecimiento económico de moderado. También muestra que la mayoría de los miembros era favorable en ese momento a que se iniciara el proceso de normalización de la política monetaria a final de este año, para así abandonar de una manera gradual la estrategia de laxitud extrema seguida desde diciembre de 2008.
Robert Kaplan, que se estrenó en septiembre como presidente de la Fed de Dallas, está en el campo de los que cree necesario dejar atrás la política actual. La economía, admite, justifica que el precio del dinero siga estando por debajo de lo usual. Pero no considera que una estrategia acomodaticia deba interpretarse como tipos al 0%. Entra así en un grupo que lidera Dennis Lockhard, de la Fed de Atlanta.
“Sigo pensando que llegará pronto el momento apropiado para la nueva fase”, comenta Loretta Mester, presidenta de la Fed de Cleveland, en un nuevo esfuerzo por preparar al mercado ante el primer alza de tipos de interés en casi una década. William Dudley, de la Fed de Nueva York, no cree que vaya a haber una “gran sorpresa” cuando eso suceda porque es algo que se lleva meses anticipando.
RIESGO EXTERNO
La incertidumbre internacional fue el argumento principal que se utilizó en septiembre para justificar el aplazamiento, junto a la baja inflación. Ese riesgo se rebajó considerablemente en el comunicado que sirvió de guía al mercado un mes después. La cuestión en este momento está en determinar si los ataques de París, y la reacción posterior en los mercados, es causa suficiente para que descartar diciembre.
Si en lo que se fijan es en los datos internos, la inflación da margen. Los precios subieron dos décimas en octubre, pero la tasa anual está deprimida en el 0,2%. Lockhart reconoce que las cosas no están clara de ese lado, aunque señala que las condiciones “no se han deteriorado”. El mercado laboral, entre tanto, creó ese mes empleo con solidez y eso subió al 68% la posibilidad del alza de tipos en diciembre.
Sin embargo, el atentado múltiple en París provocó que el dólar se convirtiera en activo refugio. La apreciación de la divisa funciona ya como un alza de tipos. Los mercados financieros acusan estos días de volatilidad mientras que el precio petróleo en Nueva York perdió los 40 dólares por primera vez desde agosto. El débil incremento en las ventas en el comercio minorista hace de lastre en la decisión.
Es esta combinación de incertidumbre y revalorización del dólar lo que puede obligar a la Fed ir con cautela si se mantiene las dos próximas semanas. En cualquier caso, Yellen dejó claro en su última intervención ante el Congreso que el próximo paso es subir el precio del dinero. Los tipos negativos pueden ser una herramienta a la que se puede acudir, pero solo si la economía da un giro inesperado. (Fuente: EL PAIS, por Sandro Pozzi )