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Buscan reducir muertes por choques automovilísticos
En los EE. UU. mueren aproximadamente 90 personas cada día por choques automovilísticos, lo cual representa la tasa de mortalidad más alta entre los 19 países de altos ingresos con los que se comparó. Nuestro país ha mejorado en cuanto a la seguridad vial y redujo 31 % la mortalidad por choques automovilísticos entre el 2000 y el 2013. Pero otros países de altos ingresos redujeron aún más la mortalidad por choques automovilísticos —un promedio de 56 % durante el mismo periodo—, según el más reciente informe de Signos Vitales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Las tasas más bajas de mortalidad en los países de altos ingresos con los que se comparó, así como la alta prevalencia de factores de riesgo en los Estados Unidos sugieren que podemos mejorar más en salvar vidas. En comparación con otros países de altos ingresos, los Estados Unidos tuvieron:
Las tasas más altas de mortalidad por choques automovilísticos por cada 100,000 habitantes y por cada 10,000 vehículos registrados. El segundo porcentaje más alto de mortalidad relacionada con el consumo de alcohol (31 %); y la tercera tasa más baja de uso del cinturón de seguridad en el asiento delantero (87 %).
Si los Estados Unidos tuvieran la misma tasa de mortalidad por choques automovilísticos que Bélgica —el país con la segunda tasa más alta de mortalidad después de los Estados Unidos—, se habrían perdido aproximadamente 12,000 vidas menos y se habrían evitado gastos estimados de 140 millones de dólares en costos médicos directos en el 2013.
Y si los Estados Unidos tuvieran la misma tasa que Suecia -el país con la tasa más baja de mortalidad por choques-, se habrían perdido aproximadamente 24,000 vidas menos y se habrían evitado gastos estimados de 281 millones de dólares en costos médicos directos en el 2013.
“Es importante que nos comparemos no con nuestro pasado sino con nuestro potencial. Al observar que la situación en otros países de altos ingresos es mejor, sabemos que nosotros también podemos mejorar”, dijo la directora del Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones de los CDC, Debra Houry, M.D., M.P.H. “Las personas de nuestro país se merecen un transporte mejor y más seguro”, agregó.
Para este informe de Signos Vitales, los CDC analizaron datos compilados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Los CDC determinaron la cantidad de muertes y la tasa de mortalidad por choques automovilísticos en los Estados Unidos y en otros 19 países de altos ingresos, y proporcionaron reportes sobre el uso del cinturón de seguridad a nivel nacional y el porcentaje de la mortalidad relacionada con la conducción bajo los efectos del alcohol o con el exceso de velocidad, por país, según los datos disponibles. Los países incluidos en el estudio fueron Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Eslovenia, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Israel, Japón, Noruega, Nueva Zelandia, Reino Unido, Suecia y Suiza.
Cada país incluido en el estudio era miembro de la OCDE, cumplió con la definición del Banco Mundial de altos ingresos, tenía una población de más de 1 millón de personas y proporcionó reportes sobre la cantidad anual de muertes por choques automovilísticos y de millas recorridas en vehículos. Además, la diferencia entre las tasas de mortalidad por choques automovilísticos reportadas por los países y las tasas estimadas por la OMS no podía exceder 1 muerte por cada 100,000 habitantes.
“Es inaceptable que 90 personas mueran en nuestras vías cada día, especialmente cuando sabemos qué es lo que funciona para prevenir los choques, las lesiones y las muertes”, dijo la líder del equipo de seguridad vial del Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones de los CDC, Erin Sauber-Schatz, Ph.D., M.P.H. “Se podrían salvar cerca de 3,000 vidas cada año si aumentáramos el uso del cinturón de seguridad al 100 %, y hasta 10 000 vidas si elimináramos la conducción bajo los efectos del alcohol”.
Los investigadores recomiendan usar el cinturón de seguridad tanto en el asiento delantero como en el trasero, usar asientos de seguridad o asientos elevados para niños de la manera adecuada hasta que cumplan 9 años como mínimo, no manejar nunca después de haber bebido, respetar los límites de velocidad y eliminar la conducción con distracciones. Asimismo, los estados pueden usar estrategias de comprobada eficacia para apoyar estas medidas que salvan vidas, previenen lesiones y evitan gastos en costos relacionados con choques. (Fuente: PRNewswire-HISPANIC PR WIRE)