El piloto que acuatizó un Airbus en el río Hudson narra su vida

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                                                                                             HISTORIAS         

El piloto que acuatizó un Airbus en el río Hudson narra su vida

 Cover-Sully1 HarperCollins Español anuncia el lanzamiento de «Sully», la inspiradora autobiografía del Capitán Chesley B. Sullenberger III, piloto que tras quedarse sin motores a poca altura logró hacer descender su aeronave sobre el río Hudson en enero de 2009, salvando a todos sus pasajeros y tripulación. El libro ha inspirado la cinta del mismo nombre, próxima a estrenarse en cartelera.

El 15 de enero de 2009, el vuelo 1549 de US Airways, con 155 personas a bordo, despegó del aeropuerto LaGuardia en Nueva York con destino a Charlotte, Carolina del Norte. A menos de tres minutos de vuelo y a tan sólo 884 metros por encima de la megalópolis, una bandada de gansos canadienses chocó contra el avión, destruyendo en breves segundos sus dos motores y dejando a la aeronave sin impulso. Los segundos que siguieron fueron claves para que su piloto, con hábiles maniobras derivadas de su gran presencia de ánimo, su larga experiencia y su férrea formación, lograra la inverosímil tarea de acuatizar un avión de casi 19 toneladas sobre las heladas aguas del río Hudson, sin pérdidas humanas.

«Sully» no solo es la vívida y detallada narración de los acontecimientos de esa trágica tarde en Nueva York, sino también de un cúmulo de experiencias que han marcado la vida de tan singular personaje, desde su feliz infancia en un pueblo de Texas, hasta los eventos que detonaron su repentino salto a la fama como el piloto que logró lo imposible. Sus primeras clases de vuelo en un avión de fumigación, su afortunado ingreso a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y su desarrollo como piloto comercial, son los mojones en una línea de tiempo a través de la cual el Capitán Sullenberger transmite la sabiduría que ha aprendido a lo largo de los años, fruto tanto de la disciplina y la dedicación, como de su cualidad de sumergirse en los detalles; igualmente explica cómo adquirió el compromiso personal de jamás dejar de prestar su ayuda a quien estuviera en riesgo, todo lo que en conjunto entró en función en la cabina de mando durante esos «208 segundos extraordinariamente comprimidos en el tiempo», en la fatídica tarde de enero, cuando las decisiones que tomara podían costar la vida de sus pasajeros, su tripulación y la suya propia.

Sullenberger discute su vida familiar, el cómo su trabajo como piloto comercial requiere sacrificios en ese rubro, y cómo afectó el resultado mediático del incidente a él, a su esposa Lorrie y  sus dos hijas; describe asimismo la relación con Lorrie, clave en su equilibrio emocional y mental. Sullenberger hace además un repaso de la historia de la aviación comercial contemporánea, algunos de los grandes desastres aéreos y de los aterrizajes forzosos que resultaron ya sea en éxito o en funesto fracaso, siempre enfrentándolos a la pregunta: «¿Cómo hubiera reaccionado yo…?».

«He piloteado miles de vuelos en los últimos cuarenta y dos años, pero toda mi carrera está siendo juzgada por la manera en la que actué en uno de ellos. Eso ha sido un recordatorio para mí: tenemos que intentar hacer lo correcto en cada ocasión y desempeñarnos lo mejor posible, porque nunca sabemos por cuál momento de nuestras vidas seremos juzgados», advierte Sully. «En ese avión iban 155 personas que pudieron regresar a sus hogares. Nunca debo perder de vista el hecho de que fui una de ellas». (Fuente: PRNewswire-HISPANIC PR WIRE)