OPINION
La Agenda del Fiscal General Douglas Meléndez
Por José Manuel Ortiz Benítez
Toda persona tiene una agenda, puede ser perseguir un enemigo, buscar un empleo, escaparse de la cárcel, querer a alguien, o babear en busca de poder.
Por supuesto que el Fiscal General de la República, Douglas Meléndez, tiene una agenda, y muy gorda, ambiciosa, puede que incluso sea una política. No lo dudo.
¿Quién no hace política estos días? El ciudadano hablando con los vecinos sobre la reelección de Nayib Bukele, el Canciller Hugo Martínez inaugurando un consulado en Silver Spring, Sánchez Cerén hablando del Buen Vivir, los dreamers en protesta contra Trump, o el ciudadano haciendo una siesta en una hamaca, mientras el país se hunde, “todo es política, incluso quedarse de brazos cruzados” comenta mi estimado tocayo Don Manuel, totalmente convencido de que, si estuviera vivo Aristóteles, estaría muy de acuerdo con él.
Si lo vemos como lo ve el tocayo, El Fiscal Douglas Meléndez hace política cuando mete preso al criminal o cuando lo deja libre. En cualquier caso, siempre habrá una crítica. Después de la guerra, los salvadoreños nos hemos especializado en el arte de criticar. Se critica el actuar, se critica el no actuar, se critica la crítica, aquí se critica hasta los muertos, casi todos los días en las portadas de los periódicos y los telediarios.
No es de extrañar que, aunque el fiscal general demuestre, con hechos, que está persiguiendo el delito y metiendo en prisión a muchos delincuentes, siempre podremos decir que está actuando bajo una línea determinada, más aun si somos, directa o indirectamente, miembros de la parte afectada.
A nadie le gusta que el peso de la justicia caiga sobre uno mismo, y nunca sobre el enemigo, de quien se sospecha un crimen mayor. “Justicia pareja para todos Sr. Fiscal” es el slogan de muchos, sin embargo la justicia, por desgracia, se aplica, no como se desea, sino como se puede con lo que hay, y en la mayoría de los casos esa justicia es ciega, y, en el caso de El Salvador, también es sorda.
No se recuerda en El Salvador que un fiscal general haya metido a tanta gente poderosa en la cárcel. El último, a quien se consideraba intocable por su seudónimo y su poder, ahora medita despacio al interior de una prisión.
José Adán Salazar, conocido como “Chepe Diablo”, fue aprendido el martes 4 de abril, 2017, tras un operativo de la PNC ordenado por el fiscal general. A Chepe Diablo Douglas Meléndez lo acusa de lavado de dinero y su detención ha puesto en alerta máxima todos los que alguna vez tuvieron relación con él.
¿Cuál es la agenda del fiscal? Francamente interesa poco eso. Lo importante son los golpes que poco a poco el Fiscal Douglas Meléndez le va propinando a los sectores impunes, como el narcotráfico y la corrupción.
Como dice mi estimado tocayo Don Manuel, en boca de Aristóteles “Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales.”
José Manuel Ortiz Benítez es columnista salvadoreño en la ciudad de Washington, DC. Twitter: @jjmmortiz