AUTOS
Antes de elegir pintura mate para su auto tenga en cuenta estos inconvenientes
Los colores más de moda necesitan de unos cuidados especiales. Hasta hace pocos años las opciones de pintura exterior para el coche pasaban por colores sólidos (blancos y negros básicamente) o metalizados (el resto de colores). Pero de unos años hacia hoy las opciones se han ampliado y ahora están de moda las pinturas mate.
Y así lo vemos cada día a la salida del campo de entrenamiento de algunos clubes de futbol donde muchos jugadores han optado por este tipo de pintura o incluso en los anuncios de la televisión. Es verdad que según qué coches la ganancia en exclusividad y belleza es enorme, pero tiene sus inconvenientes.
PRECIO
El primero es el precio porque la exclusividad hay que pagarla y porque el acabado mate se da una vez tenemos pintado el coche. Así que podríamos decir que disponer de pintura mate requiere pintar el coche dos veces.
Una vez nos hemos decidido por tener el coche mate el problema es su mantenimiento. Cualquier roce, cualquier arañazo o golpe se nota mucho más que en cualquier otro tipo de pintura. Es más, las pinturas mate no se pueden frotar alegremente ni se pueden meter en un túnel de lavado porque lo que conseguiremos será eliminar la misma pintura. Y las famosas “cacas” de los pájaros serán nuestro primer enemigo porque no se pueden eliminar frotando. Para ello necesitaremos, además, productos específicos que suelen ser caros.
Otro tanto ocurre con los túneles de lavado o los lavados con cepillos. Prohibidos. Estos no son una opción para la pintura mate, ni siquiera una sola vez. Tampoco se puede limpiar el auto al sol.
ADEMÁS
Un auto pintado con pintura mate no puede ser pulido porque al igual que con los lavados el resultado sería eliminar la pintura. Está completamente prohibido, y cuando esos toquecitos, arañazos y golpecitos se vean más que la propia pintura sólo queda un remedio, repintar el auto.
Así que recuerde, lo bonito es muchas veces muy caro y no merece la pena si no disponemos de todo el tiempo del mundo para dedicarnos a mantenerla en las mejores condiciones.