DEPORTES
Para los saudíes, el 5 de septiembre de 2017 marcará la fecha de su esperado regreso a la gran fiesta del fútbol, la Copa Mundial de la FIFA. Los Halcones se clasificaron para cuatro ediciones del certamen entre 1994 y 2006, pero desde entonces sus participaciones en la competición preliminar asiática se contaban por fracasos. Tras una década de sequía, la federación decidió apostar por el holandés Bert van Marwijk, quien condujo a la Oranje hasta la final en Sudáfrica 2010.
Los Halcones se incorporaron a la competición preliminar en la segunda ronda. Con seis victorias y dos empates, terminaron primeros de grupo con un balance que no deja lugar a dudas: 20 puntos, 28 goles a favor y tan solo 4 en contra. Su excelente rendimiento les permitió abordar en las mejores condiciones la fase decisiva, que se presentaba bastante más reñida.
Decididos a emprender su andadura con buen pie, derrotaron con esfuerzo a Tailandia (1-0) e Irak (1-2) con tres dianas desde los once metros. Estos primeros triunfos les otorgaron la confianza necesaria para enfrentarse a rivales de más empaque, y tras empatar 2-2 con Australia, dominaron con autoridad a Emiratos Árabes Unidos (3-1) en Yeda, acercándose así cada vez más a su sueño.
El tropiezo en Japón (2-1) quedó pronto olvidado, ya que a continuación ganaron a Tailandia (0-3) e Irak (1-0). El revés sufrido en Adelaida (3-2) volvió a poner a los saudíes bajo presión en vísperas de su decisivo desplazamiento a Emiratos Árabes Unidos, que se saldó con una inesperada derrota (2-1).
Pero el triunfo por 2-1 de Australia sobre Tailandia volvió a dar un giro a la situación, y si Arabia Saudí ganaba a Japón, ya clasificada, aún podía hacerse con la segunda plaza. Así las cosas, los Halcones se emplearon a fondo y salieron airosos por la mínima (1-0). (Con datos de fifa.com)