Conozca sobre la batería de su auto

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AUTOS

  Con frío, las posibilidades de que se descargue son mayores, por lo que al motor le costará más arrancar, así que ahora como nunca debemos tomar nota de los cuidados específicos de este elemento clave en la mecánica del auto.

Las semanas de frío y nieve todavía no nos abandonan. Por lo tanto, puede tomar nota de los cuidados específicos a los que estas condiciones obligan para con ciertos elementos del coche. Y uno muy importante es la batería. ¿El motivo? Sin ella no arranca el motor.

Tener la batería del vehículo en perfecto estado es fundamental y un paso clave del mantenimiento. Con frío, las posibilidades de que se descargue son mayores, por lo que al motor le costará más arrancar.

Puestos a cambiar de batería por una nueva, es bueno saber que no acarrea un gasto elevado, si bien antes de llegar a ello podemos alargar la vida de este elemento con ciertos cuidados. Otra pregunta es cuándo cambiar la batería del coche. Pues bien, normalmente puede durar hasta 7 años, aunque debemos prestarla más atención a partir del segundo año de vida útil. Y es que aunque su duración es elevada, conviene revisar su estado en el taller de vez en cuando.

La batería puede fallar cuando el coche no se utiliza regularmente. Si fuera el caso, es recomendable arrancarlo una vez cada dos semanas y darse una vuelta -por breve que sea- para que aproveche el rodaje y se «desperece». Con 10 ó 15 minutos puede ser suficiente para que el alternador la recargue. Eso sí, se debe tener especial cuidado para no dejarse las luces encendidas con el coche apagado: gastan la batería rápidamente. También «tiran» de ella la radio, la climatización… sobre todo con el propulsor detenido.

Más: cuando arranques mejor que calefacción, radio y luces estén apagados, algo que los coches modernos ya suelen hacer automáticamente. Es importante arrancar un coche con cambio manual pisando a fondo el embrague, para evitar que el motor de arranque tenga que mover toda la transmisión; hoy en día hay diversos vehículos que obligan a hacerlo para ponerse en marcha, también por seguridad -si la marcha está engranada el coche no se moverá del sitio-. En todo caso, es un modo perfecto para facilitar el trabajo a la batería, que por cierto será más arduo si solo realizamos trayectos cortos.

 

CUANDO NOS QUEDAMOS SIN BATERÍA

Aún con todos los cuidados, es fácil llegar a quedarse sin batería en el coche, sobre todo con el frío invernal y porque, no está de más decirlo, a veces una batería sale mala. De todos modos, hay varias formas de salir del apuro. Es recomendable llevar cables para que, en este caso, podamos conectarlas a los bornes de la batería de otro coche. Muchos conductores son reacios a meterse en ese lío de cables y electricidad, pese a tratarse de una operación sencilla: las pinzas rojas se conectan al borde positivo, primero en nuestro coche y luego conectando el otro extremo al coche «de ayuda».

Lo mismo con las pinzas negras, que conectan los bornes negativos. Una vez queda todo enlazado, se arranca el «coche de ayuda» y después el nuestro. Una vez en marcha una y otra mecánica, con ambas encendidas, procederemos a la inversa para quitar pinzas y cables. Si la batería se descarga con frecuencia, debemos buscar el origen del problema en otro elemento, como el alternador, del que puede estén fallando sus escobillas o el regulador.

Asimismo, por mucha prisa que tengamos, si el coche no arranca no debemos forzar con la llave más de 5 segundos seguidos. En casos así, si el motor no da señales de vida esperaremos unos 10 segundos antes de volver a intentarlo tras probar una primera o segunda vez. En resumen, no logramos nada positivo si no dejamos respirar al sistema de encendido probando con el arranque una y otra vez. (Con datos de ABC)