De campo de refugiados a Escuela de Medicina

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SUPERACION

De campo de refugiados a Escuela de Medicina

Por Samixchha Raut

 

  De los más de 330,000 estudiantes de los Estados Unidos que estudian en el exterior, solo 6.1 por ciento son Afro-americanos y 10.1 por ciento son latinos. Este es uno de una serie de artículos escritos por estudiantes de color, quienes están rompiendo barreras a través de sus estudios en el exterior. Ellos periódicamente compartirán sus historias, con la esperanza de inspirar a otros. —

Hace ocho años, yo vivía en Goldhap, un campo de refugiados en Nepal, donde más de 7,000 personas residen en poco más de 1200 viviendas, sin servicio de agua o electricidad. Hoy en día, tengo 22 años de edad, soy estudiante del último año en el Instituto de Tecnología de Rochester, con especialización en Ciencias Biomédicas y en camino a lograr mi sueño de convertirme en doctor. Estoy estudiando para el examen MCAT para aplicar a la escuela de medicina. Ha sido un viaje largo para mí y mi familia.

Mi padre, un nativo de Bután, huyó de su patria con su familia. Se estableció en Goldhap, donde trabajó en construcción en un pueblo cercano, y luego comenzó a reparar bicicletas. Conoció a mi madre; se casaron y me tuvieron a mí y a mis dos hermanos menores. Pero apenas había comida suficiente para todos.

En 2010 mi familia pudo inmigrar a los Estados Unidos, donde nos ubicamos en Raleigh, Carolina del Norte. Estudié mucho y me gané una beca para estudiar en el Instituto de Tecnología de Rochester. En el otoño de 2018, participé en un programa de estudios en el exterior con el Consejo Internacional de Intercambio Estudiantil (CIEE). Pasé seis semanas en cada una de tres localidades – estudiando Normas y Políticas de HIV/SIDA en Ciudad del Cabo, Media, Género e Identidad en Londres y Desarrollo Familiar y del Niño en París. ¡La experiencia reforzó mi compromiso de ser doctora!

Cuando era niña, padecí de ictericia, y no estaba seguro de si sobreviviría. Mis padres trabajaron extra y finalmente pudieron comprar la medicina que me hizo mejorar. Una vez recuperada, decidí que quería ser doctora para ayudar a otros.

Mientras estudiaba en Sur África, mi clase visitó un pueblo del municipio, Zwelethemba. Me sentí como si estaba de vuelta en el campo de refugiados. La gente vivía en pobreza extrema. Pero se podia ver y sentir la camaradería y el amor entre los aldeanos. Me pude ver a mí misma en ellos.

Me llevó de vuelta a nuestro campo, y a nuestras luchas. Yo pasé 13 años de mi vida en un campo de refugiados, viviendo como esta gente, y de repente, ahí estaba yo entre ellos, como un becario. Esto me reafirmó que estoy en el camino correcto. Es importante para mi convertirme en doctora y seguir mi pasión de ayudar a gente menos favorecida, proporcionándoles un cuidado médico adecuado.

La experiencia de estudiar en el exterior fue tan valiosa, porque sé que, si voy a convertirme en doctora y trabajar con poblaciones diversificadas de personas, entonces necesito experimentar diversidad. Esta exposición ha impulsado mi motivación a trabajar duro y compensar a la comunidad.

  (CIEE es la más antigua y más grande organización sin fines de lucro para estudios en el exterior e intercambio cultural en los Estados Unidos, y estamos comprometidos a incrementar el número de estudiantes de color en el exterior. Nuestra misión es transformar vidas y construir puentes entre la gente y las naciones. CIEE tiene programas en más de 60 localidades internacionales, incluyendo Berlin, Buenos Aires, Ciudad del Cabo, Copenhagen, Londres, Madrid, París, Río de Janeiro, Roma, Santiago, Shanghai y Sydney.

  Ofrecemos becas académicas y basadas en necesidades a estudiantes universitarios y de bachillerato. Sólo el año pasado proporcionamos más de 8 millones de dólares en becas, concesiones y ayuda financiera. Para más información sobre cómo puede estudiar en el exterior, visite https://www.ciee.org/study. (Fuente: Hispanicize Wire)